Venezuela amaneció con más incertidumbre que el día de los comicios al proclamarse el resultado: Maduro hasta el 2021.
Pero la realidad es que el 42% de la población no acudió a las urnas. La Mesa de Unidad Democrática( MUD), la principal fuerza opositora, no quiso prestarse a unos comicios donde el principal contendiente era un chavista que se escindió del partido gobernante y que ahora, vistos los resultados, pide que se repitan las elecciones.
Varios países han decidido desconocer la reelección en Venezuela. Un contraste con la presencia del expresidente socialista de España, de Diego Maradona o del expresidente ecuatoriano, quienes de ese modo intentan avalar unas elecciones sospechosas. Ecuador, hasta aquí, sigue silencioso.
Pero el telón de fondo de estas elecciones es una crisis económica colosal, el hambre cunde, la hiperinflación asfixia, faltan medicinas, hay una gran inseguridad pública. El éxodo de venezolanos a distintos países -entre ellos el Ecuador- no se detiene. Por algo será.
Venezuela vive del petróleo que inyecta el 96% de los recursos a su economía y que durante la baja del precio del crudo sufrió graves efectos negativos.
Las Fuerzas Armadas están comprometidas con el Gobierno y la autoridad electoral no es independiente.
La Asamblea Constituyente, compuesta solo por oficialistas, anuló al ente legislativo dominado por opositores. Todo configura un régimen autoritario, represivo, cuasi dictatorial.