Un reportaje publicado ayer por este Diario revela una realidad preocupante. En el Ecuador, las mujeres siguen asumiendo el mayor peso de la esterilización, pues desde el 2013 hasta el 2017, 98 de cada 100 procedimientos fueron ligaduras.
Las ligaduras son cirugías complicadas y costosas. En cambio, las vasectomías son más baratas y menos complicadas, pero apenas significan el 2% de los procedimientos de esterilización a escala nacional. Eso significa que la población masculina no asume socialmente la parte proporcional que le corresponde dentro de la problemática.
En cuanto a la práctica de las ligaduras en el Ecuador, se puede notar, de acuerdo con las estadísticas disponibles, que la cifra más alta se concentra en mujeres de entre 30 y 39 años, aunque hay una tendencia creciente en el último año a que se la practiquen mujeres de entre 20 y 29 años.
Esto deja ver que la ecuatoriana tiende a utilizar estos métodos a edad más temprana. La tendencia de los hombres a practicarse la vasectomía se concentra también entre los 30 y 39 años, pero como ya se indicó antes, los niveles de esterilización son aún mínimos.
Dado que la concepción y la anticoncepción son decisiones importantes que involucran a la pareja, solo en la medida en que las cifras de ligaduras y vasectomías dejen de ser tan asimétricas, se podrá decir que se está alcanzando un equilibrio de género frente a la problemática.