El Jefe del Ejército habla con EL COMERCIO sobre el nacimiento de la entidad, los desafíos y equipos que tienen, y la situación en la frontera con Colombia. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO
Desde el 27 de enero del 2018 se han registrado varios ataques de disidentes de la guerrilla en la frontera con Colombia. En entrevista con EL COMERCIO, el comandante del Ejército, Édison Narváez, dice que se envía equipo de otras unidades a esa zona del país.
¿Qué tiene preparado el Ejército por su día?
El 27 de febrero es un día de conmemoración nacional puesto que ese día estamos celebrando el nacimiento del Ejército. El 27 de febrero de 1829 se marca el antes y después de esa ruta libertaria y el rechazo a una primera invasión que se registró a nuestro territorio por parte de las fuerzas peruanas que fueron derrotadas en el Portete de Tarqui. Ahí nace verdaderamente la organización como Ejército y un año después, en la Constitución de Riobamba, cuando se erige nuestra nación, en 1830. Allí en esa Constitución se inscribe la formación inicial del Ejército, de una manera organizada. De ahí son 189 años de vida institucional de nuestra institución. Por nuestras filas han pasado miles de hombres y mujeres que han alimentado ese espíritu de un Ejército vencedor, de un Ejército que supo levantarse después de la lamentable tragedia que fue la invasión de 1940 y devolverle a este pueblo el orgullo de su nación, de su Ejército al haber reivindicado nuestros derechos en el alto Cenepa.
Recién se cumplieron los 23 años de la guerra del Cenepa. ¿Cómo llega el Ejército a un nuevo aniversario?
Yo creo que el Ejército y las FF.AA., junto con el pueblo ecuatoriano vivieron un evento muy especial en donde lo más importante que podemos destacar es la unidad nacional. Ese es el ejemplo que dejaron los 33 militares que perdieron sus vidas por esta nación. Hubo más de 180 soldados que resultaron lesionados. Es por eso que el sábado 24 de febrero, a partir de las 10:00, en el parque Bicentenario (Quito), hemos organizado un desfile histórico.
¿Por qué es histórico?
Es una cronología simbólica donde habrá muchos soldados que van a llevar uniformes, que inclusive fueron de la época prehispánica. Esto es diferente, porque lo que hemos querido en esta ocasión es elevar esta conmemoración, para celebrar juntos con nuestro pueblo. Nos hemos preocupado de buscar tribunas para que se sientan cómodos. Es una ceremonia que va a estar presidida por el Presidente de la República. Incluso se va a referir a las FF.AA. y al pueblo en el inicio de este desfile. Hoy hemos considerado presentar esta representación histórica de cómo se formó el Ejército, incluso para que sirva como algo didáctico, para la ciudadanía. El Ejército es de los ecuatorianos.
En toda esta historia ha pasado lo del Cenepa y hoy se vive lo de frontera norte. ¿Cuáles son los nuevos desafíos para el Ejército?
Después de la consolidación de la firma de paz en 1998 con Perú nos costó, como institución, reacomodar nuestra visión, porque el interés estratégico de FF.AA. giró 180 grados hacia el norte, con las circunstancias que todos conocen en la frontera con Colombia. Ahora, el Ejército tiene la obligación de preparar, entrenar y equipar a nuestro personal para entregar al Comando Conjunto.
En ese camino estamos, de acoplarnos a la nueva visión, misión que se tiene de la soberanía nacional, que no ha cambiado, que es la defensa de nuestro territorio. Y acoplarnos a las diferentes tareas, que son más de 17. Estamos contribuyendo no solo con la Policía, sino con otros organismos del Estado, en la lucha contra la minería ilegal, la tala indiscriminada de bosques, especialmente en Esmeraldas. Yo fui comandante de la frontera norte hace cuatro años y estuve muy involucrado. Las amenazas y los riesgos que tiene la Nación son diversos, son múltiples. Estamos, como Ejército, preparando contingentes que le estamos denominando de Unidad de Intervención Rápida. Con las mismas fuerzas estamos organizando unidades que también puedan entrar en apoyo a la Secretaría de Riesgo.
¿Cómo están los equipos del Ejército?
Tenemos muy buena receptividad del Presidente de la República. Estamos en un escenario muy diferente. Vivimos en una apertura de diálogo y de muchísimo aprecio. Y este aprecio va de la mano de considerar las necesidades que tiene la Defensa Nacional y en este caso específico del Ejército, que siempre va a requerir de medios. La Defensa Nacional es para cuidar a una sociedad y en ese sentido las necesidades siempre son más acuciosas. La industria militar va desarrollando mayor tecnología y es necesario seguir actualizando. Somos sensibles a la situación económica que vive el país y no podemos demandar grandes gastos.
¿Qué necesita el Ejército?
Tenemos el apoyo del presidente (Lenín Moreno) en el cambio de equipo de combate de los soldados. Por ejemplo, partimos desde el casco. Los que utilizamos son de una tecnología anterior; no tienen sistemas de comunicación. Estamos tratando de implementar esto de tal manera que las comunicaciones fluyan rápidamente dentro del equipo de combate y hacia los escalones superiores para informar.
¿Qué otro requerimiento tienen?
Estamos pensando en chalecos de combate modernos, que son multipropósito. Estos permiten cargar ahí la munición, los equipamientos adicionales que le permiten sobrevivir al soldado en selva o montaña. Estos mismos se convierten en chalecos balísticos.
¿Todavía no lo tienen?
Tenemos, pero se han envejecido. Estamos haciendo el recambio. Estamos pensando en los uniformes que entregamos en dotación anualmente, en hacer un cambio con la finalidad de dar una mejor comodidad a los soldados, en nuevas botas para ellos.
¿Los fusiles?
Nuestros fusiles tienen casi 30 años de vigencia. Son comprados un poco antes de la guerra del Cenepa. Y es necesario ir cambiando. Pero como menciono, todo eso se hace con el análisis y ratifico la sensibilidad de la situación económica que vive el país.
¿El Ejército recibió los fusiles chinos?
Están en un proceso de marcación. Estamos acabando de grabarlos y luego de esto el Comando Conjunto tiene un plan de distribución de este material, que ayudará en la instrucción de nuestro personal y en especial del personal de conscriptos.
¿Cómo están operando en este momento en la frontera norte?
Entregamos material de otras unidades para que nuestros soldados que están en la línea de frontera, en Esmeraldas, tengan todo el equipo y es necesario atenderlos.
¿Cómo está el entrenamiento del personal que está entrando a la frontera?
Tenemos procesos de entrenamiento rigurosos. La Fuerza tiene un comando de operaciones terrestres, que direcciona el entrenamiento anual de conscriptos, de personal profesional y de oficiales. Esos entrenamientos son periódicos. Le damos mucha importancia a la montaña y selva, porque son los escenarios en los que tiene que entrar el personal. Eso también fue parte del triunfo del Cenepa. En la parte emotiva estamos ejerciendo un liderazgo en todos los niveles. De tal manera que siempre la gente se sienta acompañada del ejemplo que pueden rendir sus oficiales y líderes.
¿Para actuar en casos como el de la frontera hay un entrenamiento diferente?
Los nuevos escenarios, las nuevas amenazas hacen que tengamos que cambiar un poco la doctrina. El uso progresivo de la fuerza tiene que darse, porque no estamos ante un enemigo indetificable. Generalmente los grupos delincuenciales, como observamos en este momento, se camuflan dentro de la población. No tenemos un enemigo visible. De tal manera que nuestras tropas, más allá de la experticia en tácticas específicas también recibe adoctrinamiento de DD.HH., de leyes.
¿A la élite del Ejército se destinó solo a Esmeraldas o a toda la frontera?
En Sucumbíos, Napo y Orellana tenemos destacadas unidades de selva con bastante contingente, para que el Comando Conjunto pueda operar con estas unidades. La gran mayoría de estas tropas son entrenadas en selva, pero también hay unidades de Fuerzas Especiales. Hay un proceso de recambios permanentes. De tal manera que tengamos gente apta.
¿Cómo es la rotación de personal para la frontera?
Normalmente de ocho a 10 días es el máximo que mandamos a las operaciones y relevamos y va a otro contingente con la misma capacidad. Cuando salen 10 días se le da de 4 a 6 días para que descansen con sus familias.
¿Qué grupos están adentro, en la frontera?
Son comandos paracaidistas, gente con experticia, con operaciones en selva. Son grupos de élite. También está el Grupo GEO, especializados en penetrar la selva, en sobrevivir, identificar bases clandestinas, de narcotraficantes, de terroristas.