El malecón de Las Palmas se inauguró en mayo del 2016 como un gran proyecto para la atracción turística. Foto: Archivo
En 10 años el Gobierno invirtió USD 155 millones en la construcción de un puerto pesquero, rehabilitación del aeropuerto, agua, vías y un malecón turístico en Esmeraldas, pero no hay inversión privada.
La ciudad tiene la refinería de petróleo más grande del país, dos puertos petroleros, uno comercial, sin embargo la ciudad no ha logrado despegar.
Según los representantes de la Cámara de Comercio, Esmeraldas tuvo inversión privada hasta 1970, con empresarios italianos, franceses y alemanes, que instalaron casas comerciales y agrícolas.
Con la llegada del petróleo (1970) y la caída del banano, la economía de la ciudad dio un giro, pues se dejó de exportar y bajó la producción agrícola.
El decano de la Facultas de Ciencias Administrativas y Económicas de la Universidad Vargas Torres, Ernesto Gutiérrez, explica que los inversionistas ven a Esmeraldas solo como proveedora de materia prima. También ha incidido el centralismo privado que prioriza sus inversiones en las principales ciudades como Quito, Cueca y Guayaquil. Un tercer elemento son los sindicatos.
Con este último discrepa Julio Zanders, gerente de la agencia naviera Zanders y Cargoport, que tiene una inversión de USD 2,5 millones en Esmeraldas. “La falta de inversión no pasa por el sindicalismo, sino por la ausencia de reglas claras y garantías para seguir invirtiendo”, asegura Zanders.
A mediados de los 90, la empresa italiana Tagua Trading, tras 6 meses de funcionar en Esmeraldas levantó su inversión porque 300 trabajadores exigían más beneficios, pero esa realidad ha cambiado explica el exinspector del Trabajo, Fernando Saldarriaga.
En Esmeraldas también operan otras agencias encargadas de conseguir buques para mover la carga por el puerto. Estas empresas tienen un promedio de 60 trabajadores que operan la carga desde el buque hasta el patio de Autoridad Portuaria.
Además de Zanders y Cargoport, están San Marino y Andinave, y también existen operadoras que maniobran la carga líquida como aceite de palma, a través de la empresa Biopal, y Expoforestal que opera el embarque de la astilla de madera, por el puerto.
Para que la ciudad de Esmeraldas sea atractiva a los inversionistas, la Federación de Cámaras de la producción de Esmeraldas considera que deben resolverse los problemas de falta de agua potable, alcantarillado, energía eléctrica y conectividad.
De acuerdo con datos del último censo (2010), solo el 86% de la población tenía servicio de energía eléctrica, más del 30% no contaba con alcantarillado y solo el 56% de la población recibía agua potable.
También se requiere apuntalar la industrialización de otra producción como cacao y palma, con ayuda de las universidades Luis Vargas Torres y Católica de Esmeraldas.
Esmeraldas produce 525 000 quintales de cacao al año, de los que el 98% va a Guayaquil para exportar y a las empresas dedicadas a la elaboración de productos con chocolate.
Sixdulfo Zambrano, uno de los mayores productores de cacao de Quinindé, lleva semanalmente ocho camiones de cacao seco hasta Guayaquil. Lo hace porque allá recibe facilidades para la transportación.
Algo similar ocurre con la pesca. Según el Ministerio de Acuacultura y Pesca, Esmeraldas mueve anualmente
32 000 toneladas de pesca que se traduce en USD 70 millones al año. El 80% de esa pesca (dorado, picudo, pez espada y albacora) es llevada a las empacadoras de Manta, que exportan la producción.
Roddy Cedeño, uno de los armadores pesqueros, vende un promedio de 10 00 quintales de pesca semanalmente a intermediarios de Manta. “Fuera mejor si esa producción se industrializara en Esmeraldas, porque habría oportunidades de trabajo”.
Uno de los mayores rubros es el aceite de palma, puesto que existe una superficie de 206 248 hectáreas sembradas en la provincia. Unas 800 toneladas de aceite se exportan anualmente por el puerto de Esmeraldas y el resto de la es llevado fuera de la provincia.
Uno de los sectores que ha recibido inversión es el turístico, pero la falta agua potable y alcantarillado, limita un mayor desarrollo, señala la presidenta de la Cámara de Turismo de Atacames, Sara Moyano.
En el caso de Tonsupa, el incremento del cobro de impuestos por el valor de la tierra de hasta un 300%, en los dos últimos años, ha ahuyentado al inversionista, explica Moyano.
Roxana Benítez, de la Unidad de Emprendimientos de la Universidad Católica de Esmeraldas, dice que para que haya inversión en esa área debe mejorarse el acceso a mano de obra calificada como certificaciones en cocina, formación de guías y manejo del inglés.
La ciudad tiene puerto, aeropuerto, refinería, central térmica, pero no están alineados. Se requiere de conectividad con fibra óptica, conexiones aéreas y marítimas, que no hay actualmente.