Hasta la tarde del sábado, se contaban 37 inmuebles afectados. Foto: EL COMERCIO
El comando de la Policía de San Lorenzo se convirtió en una zona de guerra. El coche bomba que explotó a la 01:40 del sábado destruyó el 95% del destacamento y afectó a 105 viviendas. Cuatro uniformados y 24 civiles resultaron heridos debido a la explosión.
El ministro del Interior, César Navas, junto al comandante de la Policía, Ramiro Mantilla, y el gobernador de Esmeraldas, Pablo Hadathy, recorrieron la zona del estallido. De los 105 inmuebles afectados, 37 deben ser construidos nuevamente o reubicados.
Por la tarde, el Gobierno aseguró que fue un “acto terrorista”, ligado a redes de narcotráfico que han sido golpeadas por las fuerzas de seguridad del Estado. Además, el presidente de la República, Lenín Moreno, decretó el Estado de Excepción por 60 días en San Lorenzo y Eloy Alfaro.
El fiscal general, Carlos Baca, también vinculó estos hechos con el “terrorismo y el crimen organizado”. Dijo que él indagará personalmente el caso. “El Estado le responderá como corresponde al terrorismo”.
Los ciudadanos damnificados por el estallido fueron evacuados a un albergue. María Pai, una de las afectadas, relató que la explosión levantó el techo de su casa y los vidrios de las ventanas se quebraron.
La explosión provocó un corte de energía; las personas abandonaron sus casas en busca de ayuda. Los vecinos de los barrios Las Delicias y 9 de Octubre, que limitan con el destacamento policial, fueron los más afectados por el atentado.
Yadira Bedoya, del barrio Las Delicias, comentó que se irá del sector, porque teme que los ataques se repitan. “Habíamos escuchado que algo así pasaría, pero nunca lo tomamos en serio”, dijo la mujer.
En las 105 casas habitan 576 personas, según el censo levantado ayer por las autoridades.
El atentado movilizó a 70 agentes de unidades élites de la Policía. Un equipo experto en explosivos rastreó la zona para identificar el material empleado. Los atacantes utilizaron una camioneta dobel cabina celeste, aparentemente reportada como robada.
Tras la explosión, parte del adoquín de la calle se levantó y los autos que estaban en el patio posterior del comando se quemaron. El área de comedor y dormitorio también colapsó.
Los habitantes de San Lorenzo dicen estar angustiados y con pánico. Algunos moradores prefirieron no hablar. Los grupos delictivos asociados con el narcotráfico han causado muertes en ese cantón de Esmeraldas. En la calle 5 de Agosto, por ejemplo, se registraron cuatro decesos tras una disputa de redes narcodelictivas, en 2011.
Las autoridades advirtieron ayer que los equipos de élite permanecerán en la zona. El jefe de la Policía en Esmeraldas, Romel Tapia, indicó que activarán operativos conjuntos con las Fuezas Armadas.
Según Tapia, lo ocurrido es una retaliación de los grupos de narcotraficantes que operan en la zona, por la intervención policial en el decomiso de droga en los últimos dos años.
La semana pasada se confiscaron 7,5 toneladas de cloruro de calcio, precursor químico usado para procesar la droga. Además, en los últimos 24 meses, los agentes han decomisado 25 toneladas de cocaína en operaciones en Esmeraldas.
En el comando de San Lorenzo operan 180 uniformados. Tras el ataque, las autoridades no descartaron la posibilidad de redoblar la seguridad. Este cantón fronterizo es considerado ‘caliente’, debido al tráfico de drogas, municiones, armas y combustibles, que son destinadas a los grupos irregulares de Colombia.
El ataque destruyó la estructura de viviendas contiguas a la comandancia policial de San Lorenzo. Foto: EL COMERCIO
Precisamente, ayer EL COMERCIO conoció que el 12 de enero la Policía capturó a tres sospechosos con armas de fuego, granadas, rollos de mecha lenta y cartuchos. En el parte policial se vincula a los sospechosos con un grupo armado organizado residual (GAOR), comandado por un hombre identificado bajo el alias de ‘Guacho’.
Reportes de prensa de Colombia advierten que esta persona es Walter Arisala Vernaza, un ecuatoriano nacido en Esmeraldas y que fue parte de las FARC durante los últimos 10 años. Los informes policiales refieren que el sospechoso se apartó de la guerrilla tras el proceso de paz y formó un grupo criminal con 50 hombres.
“Los investigadores señalaron que ‘Guacho’ es un experto en explosivos y adelantó un curso de fuerzas especiales en el exterior”, reseñó en octubre del 2017 diario el Tiempo de Bogotá. Además, en noviembre, las autoridades ecuatorianas junto con las de Colombia capturaron a dos integrantes de la organización de Arisala. Uno de ellos sería el jefe de sicarios, según las investigaciones.
Ayer, el fiscal Baca informó que coordinará acciones con su par de Colombia. El ministro Navas, en cambio, señaló que no se suspenderá la consulta popular del 4 de febrero en San Lorenzo y Eloy Alfaro.