En los bajos del edificio del Municipio de Cuenca estudiantes universitarios realizan un plantón en oposición a cualquier incremento del pasaje urbano. Foto: Lineida Castillo / EL COMERCIO
Este martes 5 de septiembre del 2017 hay expectativa en la capital azuaya. En sesión extraordinaria, el Concejo Cantonal de Cuenca debate el incremento de la tarifa de transporte urbano. En las afueras del edificio municipal hay protestas.
Es el único tema que contempla el orden del día y dice: conocimiento y resolución sobre el mejoramiento del servicio de transporte público de buses urbanos en Cuenca, mediante la fijación de la tarifa respectiva al amparo de lo que establece el Art. 30.5 literal h de la Ley Orgánica de Tránsito, Transporte Terrestres y Seguridad Vial.
La sala de sesiones está llena. A parte del alcalde, Marcelo Cabrera, y de los concejales participan dirigentes barriales, estudiantiles y de la transportación. Además, autoridades de Empresa Pública de Servicios y Consultorías de la Universidad de Cuenca que realizaron el estudio técnico para el incremento del pasaje.
El actual pasaje de USD 0,25 se mantiene desde el 2003 y los choferes reclaman el alza desde hace tres años. El resultado de la consultoría confirmó que los 25 centavos no cubren los costos operativos y que el 68% de los usuarios está de acuerdo con un aumento.
El estudio pone tres escenarios. Con una tarifa de USD 0,26 se cubren los costos operativos, pero no se pueden hacer inversiones y con USD 0,32 centavos se podría renovar la flota de buses, pero en ningún caso recomienda la aplicación de subsidios para estudiantes, tercera edad y personas con capacidades especiales.
Mientras tanto la Cámara de Transporte plantea un pasaje de USD 0,38 centavos porque un estudio técnico que ellos contrataron en el 2014 fijó el pasaje en USD 0,41. Según su presidente, Leonardo Albarracín, con este valor se comprometen a convertir a la ciudad en un modelo con la renovación de la flota, seguridad y servicio.
Hasta pasadas las 11:00, no se discutía sobre ningún valor sino sobre la conveniencia o no de aprobar el incremento del pasaje urbano por separado del tranvía, el sistema de movilización que se construye en esta ciudad. Para el concejal, Cristian Zamora, el incremento del pasaje de los dos servicios debe ser integral y por eso se opuso al debate de este día.
Mientras tanto, grupos de estudiantes y amas de casa se apostaron en los bajos del edifico municipal para demandar a las autoridades municipales que no se apruebe ningún incremento mientras que los transportistas no mejore el servicio y renueven las unidades más deterioradas.