Los equipos recorrieron chaquiñanes y otras rutas que demandaron resistencia física y un plan estratégico. Foto: Glenda Giacometti/ EL COMERCIO.
Cansados y cubiertos de polvo llegaron a la línea de meta los 71 deportistas que participaron en la competencia de ciclismo de montaña, Cóndor Puñuna. Cinco equipos dobles se proclamaron campeones, en las tres etapas de tres días.
Las rutas incluyeron recorridos de media y alta dificultad por las zonas urbanas y rurales de Alausí, en Chimborazo. Los participantes se inscribieron en equipos dobles y arribaron de otras provincias del país.
El equipo Felt–Kia–Ecuamangueras, integrado por el ibarreño Mathías Purtschert, y Luis Espinoza, de Quito, se coronó campeón general de la competencia. Ambos lograron un tiempo acumulado de 06:44 horas, en los tres trayectos.
“Es una de las competencias más difíciles en las que he corrido, porque representa un alto desgaste físico y también puso a prueba nuestra técnica y resistencia”, dijo Purtschert.
La primera etapa, un prólogo nocturno, recorrió el casco urbano de la ciudad patrimonial, con pendientes pronunciadas y calles empedradas. El recorrido de 1,9 kilómetros se consideró un tramo ‘explosivo’, y fue diseñado para brindar un espectáculo a los centenares de espectadores que se apostaron en las veredas.
La segunda fue nombrada la ‘etapa Reina’, por Galo Tamayo y Édison Baldeón, organizadores. Es que en la ruta de 70 km hubo chaquiñanes, largos tramos de pendiente e incluso en algunos, los deportistas tuvieron que empujar sus bicicletas a pie.
“Participar en esta carrera demanda un alto nivel de preparación, pero valió la pena”, contó Baldeón.
Según él, precisamente la gran cantidad de senderos propicios para el ciclismo y rutas no exploradas atrajeron su atención y la de su socio.
De los 70 km de recorrido, al menos 30 fueron en pendiente y hubo 22 km de chaquiñanes. Esos tramos fueron los más complicados para Martha Carrascal y Adriana Morales, de Alma Team, de Quito.
Ellas se coronaron campeonas en la categoría femenina.
“Estuvimos cerca de renunciar, porque estábamos con mucho retraso. Sólo íbamos 21 km y muy cansadas, pero incluso en contra del pronóstico, del tiempo y del criterio de los organizadores, que ya nos querían subir a la camioneta, lo logramos”, dice Carrascal.
La etapa reina se inició en la Plaza Central de Alausí, recorrió comunidades indígenas y concluyó en un punto conocido como la Nariz del Diablo, por la geografía particular y por la ruta del tren. “Vimos paisajes increíbles y coloridos. Es de las rutas más hermosas del país”, dijo Luis Espinoza.
Para la última etapa, ayer, los organizadores decidieron planificar un recorrido más corto (27 km), y abrir una nueva categoría para ciclistas individuales y deportistas locales de Chunchi y Alausí.
Los ciclistas pedalearon desde el centro de Alausí hasta Pueblo Viejo, en Tixán, ayer. La carrera contó con el apoyo del Municipio de Alausí.