La Fiscalía de Panamá dijo ayer, 1 de junio de 2017, que los imputados por los sobornos de Odebrecht pasaron de 17 a 36. Foto: Alejandro Bolívar/EFE
El primer día en que se liberaron las confesiones sobre el caso Odebrecht transcurrió sin mayor información oficial desde Brasilia. Lo único que trascendió es un nuevo oficio que la Procuraduría General de Brasil habría enviado a los países alertando que si se divulgan los documentos se afectaría a las investigaciones.
En Ecuador, en tanto, la mayoría oficialista votó en contra de la posibilidad de que el Legislativo solicite información sobre el caso Odebrecht de manera directa a los países involucrados en este caso.
Jaime Olivo, asambleísta por Pachakutik, pidió que se incluya en el orden del día el tratamiento de un proyecto de resolución para que la Asamblea Nacional solicite directamente al Departamento de Justicia de los Estados Unidos y a Brasil información sobre Odebrecht.
También pidió la comparecencia de Carlos Baca Mancheno, fiscal general del Estado, para que informe el estado de la investigación en relación a los supuestos sobornos que habría entregado la constructora en Ecuador.
Sin embargo, la propuesta no pasó. El bloque oficialista votó en contra del proyecto de resolución. Con 70 votos en contra, 58 afirmativos, cero blancos y una abstención se negó el cambio en el orden del día. Luego de la votación, Serrano indicó que “tan pronto se conozca del arribo del fiscal Carlos Baca se lo convocará al pleno para que informe el estado de la investigación”. El funcionario viajó a Brasil en busca de información sobre este caso.
En Guayaquil, el vicepresidente de la República, Jorge Glas, también habló del tema y dijo que no tiene por qué aparecer en la lista de quienes supuestamente recibieron sobornos. Así respondió ante una pregunta de si su nombre está vinculado con la información que tiene Brasil.
“La famosa lista que la traigan y la hagan pública, la que no la debe no la teme”, señaló y pidió que la investigación debe hacerse con la “celeridad” que reclaman los ecuatorianos. Según Glas, ahora resulta que la “empresa corruptora señala y acusa y parece que se convierte en juez”.
Por eso -dijo- la Fiscalía debe hacer las investigaciones necesarias, porque “no pueden comenzar a tirar nombres y dañar la honra ajena”. “Si alguien está involucrado en algo tendrá que responder ante la justicia”. Luego aseguró: “Que venga la famosa lista, porque todo el mundo está podrido de la famosa lista”, añadió.
El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, también señaló que la entrega de las pruebas es “fundamental” en la lucha contra la corrupción en América Latina.
El mandatario peruano agregó que, aunque la información será mantenida bajo reserva inicialmente, “al final habrá acceso” a ella.
A esto se sumó el pronunciamiento del procurador general de Colombia, Fernando Carrillo, quien solicitó a su homólogo de Brasil, Rodrigo Janot, suministrar pruebas para evitar la impunidad.
En la misiva enviada a Brasilia, Carrillo demanda la entrega de información solicitada y advierte que el retardo en la obtención de estas pruebas representa una amenaza de impunidad dentro del proceso disciplinario por este caso.
En Brasil también hubo reacciones. La defensa de la exmandataria Dilma Rousseff pidió revisar la delación de Marcelo Odebrecht y solicitó que él sea investigado por supuesto “falso testimonio”.
Y en Panamá, la Fiscalía sostuvo que los imputados por los sobornos, entre los que se encuentran dos hijos del expresidente Ricardo Martinelli, han ascendido de 17 a 36 personas. De ellas, 22 son panameñas, 13 brasileñas y una estadounidense.
La procuradora, Kenia Porcell, no reveló más nombres y explicó que ninguno de los imputados está detenido, como sí ocurre en otros países.