Chao Plan Familia es la respuesta de colectivos de derechos de la mujer y derechos reproductivos al Decreto 4 de Lenín Moreno del 24 de mayo del 2017 que suprimió el Plan Familia.
Un total de 436 064 familias en Ecuador supuestamente fueron capacitadas hasta marzo de 2017 en afectividad y sexualidad con enfoque en familia a través de los programas de Reposicionamiento de la Familia y Educando en Familia del Ministerio de Educación.
Este trabajo se ejecutó como parte del Plan Familia Ecuador, que fue implementado en el 2015 por el expresidente, Rafael Correa, y que fue eliminado el miércoles 24 de mayo de 2017, por el actual mandatario, Lenín Moreno.
Este plan buscó invitar a los adolescentes a retrasar “lo más que puedan” las relaciones sexuales y con ello Correa reemplazó a la Estrategia Nacional Intersectorial de Planificación y Prevención del Embarazo en Adolescentes (Enipla), encargada de temas relacionados a la planificación familiar. Lo trabajaban desde las carteras de Educación, Salud, Inclusión Económica y Social.
La misión del Plan Familia Ecuador, en teoría, fue movilizar a la sociedad mediante estrategias, programas y actividades multisectoriales para recuperar el rol protagónico de las familias. Además, disminuir la incidencia del embarazo adolescente en el Ecuador. Fue ejecutado por los ministerios de Salud Pública, Educación e Inclusión Económica y Social.
En el discurso que Moreno pronunció la noche del miércoles 24 de mayo, dijo que los adolescentes tendrán libertad, pero no primitiva, sino con responsabilidad, con educación y espacio para la razón. Hasta que los ministros de Educación y Salud, entre otros, terminen de llegar a sus despachos, todavía no se conoce cuáles son las implicaciones de este tema, cómo serán las nuevas políticas en el tema de salud sexual y reproductiva.
Sin embargo, las palabras de Moreno provocaron reacciones en las redes sociales. Activistas del movimiento de mujeres opinaron, por ejemplo en Twitter, con el hashtag #ChaoPlanFamilia. Esto porque siempre han estado en contra de la línea de este plan, que pedía abstinencia en lugar de brindar educación para combatir el embarazo adolescente, por ejemplo.
La noche del 24 de mayo, el presidente Lenín Moreno firmó el Decreto 4 para suprimir el Plan Familia. Foto: Presidencia de la República
Surkuna, organización feminista que lucha por derechos de las mujeres, escribió en su cuenta: “Es una oportunidad histórica para generar una política de prevención del embarazo en adolescentes basada en derechos”.
Otras mujeres fueron más allá. Cristina Burneo, catedrática de la U. Andina, escribió: “#ChaoPlanFamilia Las presas y judicializadas por abortar deben ser liberadas. ¡Ya! Ese es el gesto, Lenin, esa es la señal”.
La académica y feminista, Mónica Mancero, tuiteó: “Decir #ChaoPlanFamilia e implementar política pública seria significa que adolescentes no verán sus proyectos de vida frustrados”.
Según el extinto Plan Familia, entre el 5 y 13 de enero de 2017 empezaron los talleres de capacitación del Programa de Fortalecimiento de la Familia dirigido a los profesionales y técnicos de atención primaria de salud, para fortalecer sus capacidades en afectividad y sexualidad, con enfoque de familia. Se realizaron en Cuenca, Loja y Guayaquil, con ello empezó la primera etapa de capacitación que preveía llegar a 1 700 profesionales de salud y 1 500 técnicos de atención primaria de salud.
De acuerdo con el sitio web del Plan Familia, el 92,57% de los
1 561 profesionales de departamentos de consejería estudiantil y tutores de educación fueron capacitados en los talleres. Este proceso se cumplió en su totalidad con 1 700 profesionales de la salud del Ministerio de Salud. En el caso de los 1 800 técnicos de atención primaria del mismo ministerio se cumplió con el 42,72% y con los 40 técnicos de juventud del Ministerio de Inclusión Social con el 67,5%.
Para el Frente Ecuatoriano por la Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos, Ecuador tiene una deuda con los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y las niñas. Y es el momento de empezar a fijar políticas públicas por “niñas y no madres“.