El vicepresidente Lenín Moreno plantea un amplio debate por la Ley de Comunicación. Reconoce el apoyo que la prensa ha dado en beneficio de las discapacidades.
¿Cuánto vale en una sociedad la libertad de expresión y qué debe representar la Ley de Comunicación, que está pendiente de aprobación?
La norma tiene que ser lo más permisiva posible. Tiene que ser puesto al debate, un debate lo más amplio posible, pero creo que el resultante debe ser como gran objetivo nacional la libertad de expresión. Por último si es que soy un acérrimo antigobiernista y hay una radio que da duro al Gobierno, con responsabilidad por supuesto, y me da la gana de sintonizar esa radio, estoy ejerciendo mi libertad y eso crea la sensación de frescura en el ambiente.
¿Por qué?Porque caso contrario el ambiente se siente espeso, así mismo cuando los medios de comunicación practican una agresividad desmedida, desmesurada, cargada de epítetos, cargada de adjetivaciones, a pesar de que muchas veces también desde el Gobierno sale ese tipo de comportamiento. Pienso que aún en esas circunstancias prefiero esa instancia a que no haya ninguna libertad de expresión. Preferiría la instancia de un poco excesiva libertad a que no haya ninguna. Pero ya que hemos puesto en la palestra del debate la libertad de expresión y la Ley de Comunicación, pues mejor racionalicémosla.
¿Qué significado tiene el proyecto Manuela Espejo?
Todo lo que ustedes los periodistas han aportado en esto, cada vez que nos hacían una invitación, cada vez que hacían un llamado a la ciudadanía estaban aportando extraordinariamente al proceso. He de reconocer que un aporte fundamental en el proceso fue la prensa, los medios de comunicación.
¿Cómo califica el papel de la prensa?Muchísimas gracias por lo que la prensa ha hecho en beneficio de este sector tan abandonado en el país como las personas con discapacidad. Ustedes han sido, sí en verdad de vez en cuando ha habido alguna crítica constructiva, un aporte extraordinario para salir adelante. Gracias a ustedes, a la ciudadanía, al accionar de un Gobierno decidido, a un Presidente que siempre estuvo dispuesto a aportar, y lo que hemos podido sacar adelante este proyecto, que no es de gobierno sino que lo hemos construido como país.
Por su temperamento y su origen de la Amazonía, ¿nunca comió carne de tigre?
No, no, no, es que el tigre no se comía, pero eso sí se le sacaba la piel. Algún momento fuimos a la cacería de un tigre que estaba comiéndose las vacas y fuimos en un grupo de amigos a matar al tigre.
¿Cambió de pensamiento al salir de la universidad?
Un poquito me decepcioné del tema revolucionario en el cuarto o quinto año de universidad.
¿Cómo fue el episodio que le tocó enfrentar cuando recibió el disparo?Un 3 de enero, de hace 13 años creo (1998), unos dos chicos nos asaltaron. Salíamos de una panadería frente a Teleamazonas. Mi esposa se había quedado pagando y yo salía con las cosas. De repente sentí que alguien trataba de ahorcarme: me sacudí y escuché palabras muy fuertes que me decían que estuviera quieto al mismo tiempo que sentía el cañón de un arma en la espalda. Me pidieron las llaves, luego surgió delante del carro otro chico, también armado. Entregué sin poner objeción, prendieron el vehículo y ese momento el chico que estaba manejando gritó: ya. El otro me disparó. Sentí como un tablazo en la espalda, ningún dolor ese momento. Sentí que me desvanecía y caí al piso. Quedé prácticamente debajo del carro y sentí un tirón muy fuerte: era mi esposa que había salido ese momento, me cogía y me sacaba de debajo del carro. Ellos salieron a toda velocidad.
¿Cuál fue el tipo de lesión?
La bala ingresó por el conducto raquídeo que es el que alberga la médula espinal y fue causando muchísimo daño. La bala aún está ahí, no pueden sacarla porque me puede producir la muerte.
¿Cómo llega Lenín Moreno al humor y a la motivación?
No es la parálisis el mayor problema que tuve. Fue un dolor terrible que prácticamente me tuvo botado en una cama casi 4 años. Conocí el camino de la risa y, de repente, me empecé a convertir en una especie de gurú del humor. Yo me sé todos los chistes que ustedes puedan imaginarse. Cada vez que sentía dolor hacía un ejercicio espiritual y mental para ponerme de buen humor. El humor tiene efecto analgésico.
¿Por qué no nos cuenta el último chiste?
Un señor se estaba ahogando, lo rescatan y le empiezan a reanimar. Una pastusita se acerca y le dice “señor cálmese, cálmese, ¿no quiere un vasito de agua?” (risas). Son bromas que usualmente surgen para bajar la moral a papá con el cual jugamos cuarenta. En el cuarenta primero se les baja la moral y luego se les saca la plata.
¿Cómo superó esto?
El ser humano no sabe de lo que es capaz hasta que no le pasa. Yo empecé a volver a ser feliz en el momento que decidí rezar por las personas que me habían hecho esto. Seguramente los toros, los gallos, el boxeo, la política, el humor es la consecuencia de un mundo imperfecto, cuando todo sea perfecto, definitivamente el humor no tendrá razón de ser.
¿Siempre tolerante y tranquilo es Lenín Moreno?
No es que sea una persona muy tolerante, pero tengo la palabra discúlpame a flor de labios.
¿Con eso podemos ser mejores? ¿Qué piensa de la opinión oficial ante la posibilidad de incluir en la consulta popular la suspensión de las corridas de toros?
Creo que se está generalizando otro tipo de comportamiento. Es posible que este pedido que hace un grupo de ecuatorianos de suspender las corridas de toros debe ser un esfuerzo por lograrlo también. Creo yo, y lo hago de forma particular, que no están en lo correcto, que no es por ahí, no es restando a las minorías su derecho.
¿Le gustan las corridas ?
Sí me gustan los toros, creo yo, en forma particular, y se lo manifesté al Señor Presidente, que no voy a votar a favor si se llegase a dar ese tema de la consulta. Vuelvo a recalcar, el humor desaparecerá cuando el mundo sea perfecto y los toros desaparecerán cuando el mundo sea perfecto.