El actor Mark Wahlberg es uno de los protagonistas de esta historia basada en hechos reales. Foto: outnow.ch
En ‘Día de patriotas’, el director Peter Berg traslada su filmografía a un terreno compartido entre la realidad y la ficción. Un thriller que sigue los acontecimientos alrededor de un trágico acto de violencia ocurrido el 15 de abril del 2013, durante la maratón de Boston, en EE.UU. Ese día, dos bombas de fabricación casera estallaron muy cerca de la línea de meta, y dejaron tres personas muertas y más de 260 heridas.
Berg vuelve la mirada sobre este hecho para construir un relato de acción y suspenso, que al mismo tiempo es un homenaje a las víctimas y al valor de la gente para recuperarse y superar la adversidad.
Pero en la película de Berg, las bombas explotan antes de pulsar el detonador, lo hacen cuando el odio y la venganza superan la esperanza de sentirse parte de un mundo tolerante en su diversidad.
El primer acto de la película se construye a partir de la cotidianidad, en la que se irán diferenciando personajes que, sin saberlo, estarán a punto de ser protagonistas de un acontecimiento extraordinario.
Por ahí está Mark Wahlberg como un policía que espera volver a su puesto en la sección de homicidios. J.K. Simons, John Goodman y Kevin Bacon participan como figuras políticas y agentes de seguridad involucrados en el caso. Por su parte, Alex Wolff y Themo Melikidze asumen el reto de meterse en los zapatos y las mentes de los autores del delito.
Intencionalmente inquieta, la cámara que sigue a los protagonistas le da a la cinta un aspecto documental, mientras una música de pasajes casi etéreos marca el ritmo del suspenso, que asciende hasta el primer clímax, dominado por el caos, la desesperación, el dolor y la impotencia.
Como en Siria, Inglaterra, Alemania o Francia, la violencia vuelve a convertirse en un turista inesperado. En la segunda parte la tensión da paso al drama humano de los sobrevivientes y a la acción, en una intensa cacería en busca de los responsables.
El director demuestra su pericia técnica para trasladar al lenguaje cinematográfico hechos reales de gran impacto y sensibilidad para dejar que el lado humano de la historia alcance su propio protagonismo.