Este ha sido un tema central de la campaña electoral y preocupa a todos los sectores ya sea del oficialismo como de la oposición.
Un punto clave para que se fomente la corrupción, según análisis de la propia Contraloría son las famosas comisiones que se pide a los contratistas o que ellos mismos ofrecen. Muchas personas quieren ser candidatos a una dignidad en los Gobiernos Seccionales para ir a beneficiarse de estas comisiones, con base de las cuales se arman las mayorías en favor de la principal Autoridad Seccional y eso explica la poca fiscalizació nen estos organismos y también explica como al poco tiempo de estar en sus funciones el estado económico de estos funcionarios comienza a fortalecerse evidentemente. A nivel de cargos administrativos públicos igualmente, la Contraloría todo el tiempo encuentra en sus análisis procesos de contratación irregulares donde se puede sospechar que se direccionó la adjudicación del contrato (seguramente con pago de comisión de por medio). Los costos de referencia de las obras se dice que los ponen altos para de ahí poder “presupuestar” la comisión. A nivel privado se sabe que funciona igual, con base en lazos de amistad y comisión mediante.
El nuevo Gobierno debe buscar mecanismos legales, de control para eliminar el pago de comisiones en la adjudicación de contratos; los contratistas juegan un papel fundamental, pueden ponerse de acuerdo en los diferentes gremios a no hacer ningún pago de comisión (coimas, como delitos de cohecho y concusión que son sancionados con prisión),en todas las áreas de Instituciones públicas y privadas; grupos de control conformados por ciudadanos.
Si se lograra eliminar o reducir estas comisiones veríamos si tienen tanto interés las personas en ser candidatos o aspirar con tanta vehemencia a un cargo que maneje recursos económicos.