Entrevista del día a Francisco Rocha, analista político y periodista
El presidente Rafael Correa dirá hoy los cambios a su Gabinete. ¿A usted le genera alguna expectativa?
Se siente una especie de modorra política en el país, porque la única figura que hay es la del Presidente. No veo un solo Ministro que pueda responder a un interés un poco más amplio de lo que se habla en las sabatinas.
¿Este nuevo Gabinete tendrá una misión política determinada o solo habrá cambios cosméticos?
Será más de maquillaje. El Presidente no tiene un Ministro que pueda ser vocero de él. Ni siquiera el vicepresidente Lenín Moreno, a veces, tiene su propia vocería. En estos cinco años, la característica del Gabinete ha sido ser sumiso; los ministros repiten exactamente lo que el Presidente dice. No hay iniciativa propia en ellos para responder los problemas que cada una de las áreas tiene.
¿Por qué?
Por el modelo de ampliar las carteras de Estado. Se crearon los ministerios coordinadores que son los que leyeron el informe del 10 de agosto para dar la imagen de un equipo, que en verdad no existe. Para el país solo está Correa.
¿El Gabinete de Correa es muy diferente de los que ha tenido el país desde 1979?
Es distinto. En los otros gabinetes había liderazgos. El Ministro de Energía siempre tuvo una presencia, el de Finanzas igual. Hoy tenemos un grupo de ministros que el Ecuador no conoce.
Antes, los ministros eran presidenciables…
Los candidatos a la Presidencia salían del Congreso o del Gabinete. En la época de Roldós y de Hurtado, Pancho (Francisco) Huerta creció tanto en el Ministerio de Salud que en 1984 fue candidato a la Presidencia. Con Borja estuvo Raúl Baca Carbo como ministro (Bienestar Social). Alberto Dahik fue ministro de Finanzas de León Febres Cordero y llegó a la Vicepresidencia… Pero en este Gobierno no encontramos esas figuras. Quizás solo podemos hablar de quienes ya no están como Gustavo Larrea o Alberto Acosta.
¿Ricardo Patiño es la excepción en la larga lista de ministros ‘sumisos’?
Puede tener más vocería propia. Pero él es la excepción por la forma diferente de ejercer la Cancillería, porque es más un ministro de la Política.
¿Qué cambios cree Ud. que Correa debiera hacer hoy?
El Presidente debiera tener una vocería con los sectores de la producción. No puede haber un ministro de Relaciones Laborales (Richard Espinosa) que plantea cómo juzgar a los trabajadores y no una verdadera administración de los recursos humanos del Estado; así como la relación del trabajador y los empresarios. Todos estos sectores no están debidamente representados en el Gabinete.
¿Correa necesita hoy un Ministro de la Política como los de hace 20 años, cuando había que negociar con tres o cuatro partidos fuertes?
Hace falta ese Ministro que dinamice los temas de la vida diaria con los sectores organizados, que tampoco están fortalecidos. No es suficiente un Ministro que solo lleve órdenes a la Asamblea, sino que amplíe el diálogo, porque en democracia no solo tiene la razón quien ha ganado las elecciones.
¿Patiño debiera liderar el frente político?
Estaría mejor allí, pero se desgastaría más que ahora manejando ese sector desde Cancillería.
¿Debe cambiar a los Alvarado ya que su manejo de la política de Comunicación le ha traído cuestionamientos de organismos de DD.HH.?
No lo hará, porque a Correa le gusta polemizar y eso le ha dado resultados.
¿Qué significa que el Presidente ‘recicle’ permanentemente a sus ministros?
Que los cuadros que tiene le resultan cómodos y así no necesita ampliarse a otros sectores que pueden llegar a contradecirlo.
A. País busca ser la fuerza hegemónica en los próximos años y su militancia querrá participar, con derecho, de estos espacios de gobierno.
A. País es una ficción. Hay un grupo que mantiene ese nombre y un Presidente que, con su cuadros cercanos, organiza el Estado. Correa no tiene una militancia a la que debe tomar en cuenta. Doris Soliz era de Pachakutik y ahora está en el buró de País, donde también está Xavier Ponce que, durante años, escribió sobre el asco que casi le producía la política.
A Febres Cordero, a Borja, a Mahuad, sus partidos se le levantaban cuando no eran tomados en cuenta…
Jaime Roldós también tuvo ese conflicto en 1979 con el CFP; por eso dejó el partido y perdió a su bloque parlamentario. Hoy, en Alianza País, ¿quién reclamaría ese espacio, cuando Correa carece de una estructura partidista? Correa hasta puede cambiar de buró si así lo desearía.
¿En el amplio Gabinete de Correa no está la cantera de los políticos del futuro?
No veo gente que pueda mantener su tendencia. Patiño y Soliz no son líderes aún y los jóvenes tecnócratas no representan ninguna tendencia.
¿POR QUÉ ESTÁ AQUÍ?
Su experiencia. Antropólogo e investigador social. Fue militante de la Democracia Popular. Es un defensor de los partidos como organizaciones políticas y sociales.
Su punto de vista. Al Presidente le interesa tener un Gabinete amorfo, que cumpla sus necesidades, incluso que tolere sus bromas en las sabatinas.