Puestos de comida se instalaron en los exteriores de los recintos electorales en el país. Foto: Ana Belén Veintimilla/ EL COMERCIO
Al llegar al recinto electoral ubicado en uno de los colegios tradicionales del norte de Quito, el Técnico Don Bosco, los vendedores ambulantes pululaban por todo lado. Mientras, los más “expertos” o madrugadores ya se habían ubicado en sitios estratégicos; es decir en aquellos donde pasa la mayor cantidad de electores.
En este ‘menú electoral’ estaban alimentos y bebidas como la pulpa de frutas, los jugos naturales, encebollados, hornado, emparedados de pernil, empanadas de morocho, empanadas colombianas, muchines de yuca, tamales, guatita y frutas. También, la espumilla y las frutas enconfitadas eran los “postres” más buscados por estos inusuales comensales.
Los parasoles cubrían la comida y a los vendedores del intenso sol de la mañana. Paulina Jurado vendió 60 encebollados en la mañana. Mientras, Elisa Arroyo, vendedora, pidió prestado un parqueadero para expender emparedados de pernil. “La situación está difícil y un dinerito extra no cae mal”, dijo sobre este emprendimiento de un día. Ella escogió el pernil porque lo prepara bien y “a la gente de la Sierra le gusta”. La unidad cuesta USD 2, con gaseosa incluida. Comentó que hasta las 11:00 había vendido USD 50.
Por necesidad también, Gabriela Vallejo salió a vender comida. Ella preparó empanadas de morocho y pristiños porque dice que son platos típicos que agradan a las personas, especialmente aquellas que acuden a la iglesia ubicada dentro del predio salesiano. Se instaló desde las 05:00 para vender a lo largo del día. Junto a ella, una vendedora de frutas -que prefirió no ser identificada- señaló que la venta estaba buena, pero tenían miedo de ser retirados por los policías metropolitanos.
La Policía Metropolitana estuvo controlados este y otros sectores de la ciudad, especialmente aquellos donde hay recintos electorales. A las 09:00 reorganizaron un pequeño grupo de vendedores puesto que la disposición es que no pueden obstaculizar los ingresos a los recintos.
Los vendedores fueron ubicados sobre la Gonzalo Zaldumbide despejando los accesos a este recinto electoral. Sin embargo, en la Calle Bustamante, frente a la entrada principal del recinto, los comerciantes permanecían hasta las 11:30, en sus puestos de espumilla, papas con cuero y mote con chicharrón, entre otros.