Luego de la reapertura, hace dos semanas, de 46 Unidades de Policía Comunitaria (UPC) en diversos sectores de Quito, los moradores dicen estar satisfechos. Según los vecinos, los patrullajes que realizan los policías han devuelto la calma a los barrios.
En La Colmena, por ejemplo, un sector calificado por la Policía como conflictivo, los locales comerciales que funcionan cerca de la base de vigilancia cierran más tarde e incluso hay más movimiento en el sector.
No obstante, algunas unidades todavía no están completamente operativas.
El cierre de las UPC ocurrió en agosto del 2013 y obedeció a un nuevo modelo de gestión de la Policía. No obstante, los reclamos de la gente obligaron al Ministerio del Interior a reabrir las unidades este mes.
Lino Proaño, comandante de la Policía de Quito, señaló que para el 2017 en la capital habrá únicamente 260 UPC modernas. Esos complejos serán de tipo A y B y tendrán entre 10 y 22 uniformados. Mientras se construyan esos complejos, las bases reabiertas seguirán operando.