William Samaniego lleva siempre una carpeta y la agenda de Moncayo. Lorena Mora coordina la comunicación. Fotos: Paúl Rivas Bravo y Pavel Calahorrano / EL COMERCIO
El equipo de plan de gobierno de Paco Moncayo cuenta con representantes de las alrededor de 30 organizaciones que forman el Acuerdo Nacional por el Cambio y lleva más de un año activo. Pero su círculo más íntimo para la campaña se formó cuando el presidenciable fue alcalde de Quito, entre el 2000 y el 2009.
Una de ellas es Lorena Mora, quien se encarga de la comunicación y la relación con los medios. Lo acompaña a casi todas las jornadas de campaña que por lo general se inician a las 04:00 y se extienden hasta entrada la noche.
Además de Mora, otras figuras que están con Moncayo desde la Alcaldía son su secretario particular, William Samaniego y el jefe de campaña, Juan Vélez. También, lo apoyan amigos de larga data como Andrés Vallejo, de la Izquierda Democrática, a quien conoce desde hace unos 25 años.
Solanda Goyes, quien dirige la iniciativa Mujeres por el Cambio, es jefa de despacho y coordina al grupo en el que está el analista político Luis Verdesoto, la periodista Carmen Andrade y el asesor económico, Washington Herrera.
“Lorena, William, Carmen… me han acompañado por muchísimos años”, afirma el candidato. Por eso hay más confianza para que “ellos me puedan decir las cosas y yo a ellos”, dice Moncayo.
Cada uno se encarga de una labor distinta que termina en las manos de Samaniego. Él describe su cargo como algo similar del ayudante de órdenes de un Comandante General del Ejército.
Ellos no se conocieron en la milicia, aunque provienen de la misma institución. Samaniego llegó al cargo de teniente y se retiró para estudiar en España una especialización en seguridad.
Samaniego pasó al cargo de secretario de Moncayo tras unos meses en la Dirección Metropolitana de Seguridad Ciudadana. “Hay un hilo conductor de principios militares fundamentales como la lealtad, el respeto, la camaradería. Ese hilo nunca se ha roto”.
El secretario del candidato es director administrativo de la Escuela de Capacitación del Sindicato de Choferes Profesionales de Pichincha, pero su cargo está en pausa mientras dura la campaña.
Cada actividad de Moncayo se escribe a mano en la agenda de Samaniego. Él cuadra las actividades. La puntualidad es algo que se valora en el equipo.
Martha Miño y Monserratt Bustamante, en el auto que usa siempre Moncayo.
Para los últimos días de campaña se están agendando recorridos para completar una tercera vuelta por 23 provincias del país. Los viajes se iniciaron cuando se concretó su candidatura, en octubre pasado.
Samaniego también coordina el transporte, hospedaje, rutas, cronogramas… Moncayo viaja usualmente en su vehículo tipo jeep Toyota en el que va junto un conductor y Samaniego. Suelen acompañarlo su esposa, Martha Miño, y la candidata a vicepresidenta, Monserratt Bustamente.
Atrás, de cerca, va otro auto con el equipo de comunicación y les siguen los que transportan a candidatos a asambleístas o líderes de las tiendas políticas del Acuerdo Nacional por el Cambio.
Un equipo de avanzada coordina con los dirigentes provinciales para que todo esté listo cuando llega Moncayo. Se aprovecha la estructura ya formada de Unidad Popular y Pachakutik en las provincias donde tienen influencia y de las nuevas dirigencias de Izquierda Democrática, que recuperó su personería jurídica.
Samaniego y Mora tienen una conexión fuerte, por los años de trabajo con el presidenciable. “Siempre digo que soy moncayista, es un partido que no existe pero ese es nuestro partido”. Ella tiene su empresa de comunicación y usa su experiencia y algunos recursos para la campaña. Además, trabaja en la Agencia de Naciones Unidas.
Son amigos pero ni Samaniego ni Mora lo llaman por su nombre. Le dicen “General”.
Andrés Vallejo conoció a Moncayo cuando dirigía el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas mientras él era diputado. Luego, Vallejo fue concejal durante su alcaldía.
El líder histórico de Izquierda Democrática dice que esta es una campaña sui géneris. Ahora no hay solo un partido político sino unos 30 grupos políticos y sociales, que tienen representantes en el comité estratégico de campaña.
Los lineamientos básicos se gestaron ahí, pero Vallejo forma parte del cuarto de situación en donde se analizan las “incidencias, circunstancias y estrategias” para fortalecer al candidato. Una de sus tareas es aglutinar a la gente diversa que apoya a Moncayo.
Moncayo era instructor en el IAEN cuando Vélez cursaba una especialización. Luego se reencontraron en el Municipio, en donde trabajaron juntos por nueve años. Dejó por un tiempo las consultorías en administración y arquitectura, para dirigir la campaña.
Él coordina la “gran minga de ID, Pachakutik, UP y las demás organizaciones del Acuerdo”, que trabaja en temas logísticos y también consigue aportes económicos.
Vélez advierte que Moncayo dispuso que no se reciba aportes de empresas o personas que puedan dar lugar a compromisos a futuro, si él llega al poder. Se puso un techo de USD 5 000. Vallejo y Vélez confirman que la gente cercana al presidenciable no cobra”, sino que hace aportes económicos y personales para impulsar desde la centro-izquierda el proyecto de social democracia.
El dato curioso
Antes de conocer a William Samaniego, Moncayo tuvo dos secretarios particulares. Pero ellos no estaban acostumbrados al trabajo “24-7” que mantiene el candidato. Por eso, él asegura haberse “ganado la lotería” al conocer a Samaniego. Trabajaron juntos en el Congreso y la Asamblea.