Una segunda función se abrió para el sábado 12, pues habrá dos shows: a las 17:00 y a las 20:00. Foto: Cortesía Or Producciones
El comediante colombiano Andrés López regresará al país con su nuevo show, ‘Llegar a Marte’, que tendrá dos funciones en Quito, el sábado 12 de noviembre, a las 17:00 y a las 20:00. El creador de la exitosa rutina ‘La pelota de letras’ habló con EL COMERCIO acerca de su nuevo show y de lo importante que es reírse de los problemas cotidianos.
¿Qué le dice al público con ‘Llegar a Marte’?
Les digo “¡Hey! Llegar a Marte es tan complicado como Llegar a amarte”. Aprovechando esa homofonía de las frases, propongo que nos demos cuenta de que el amor es una misión espacial. Uno hace respirable el ambiente de un planeta, le hace planes a la tripulación, a la novia, la esposa, los hijos. Comparo una misión tripulada a colonizar Marte con el amor más allá del romance.
¿Qué significa para usted llegar a Marte?
Es la hazaña más grande de un ser, expandirse a otros lugares insospechados, inexplorados, un beso puede ser un arma de destrucción masiva o el impulso más grande para alcanzar las estrellas. En el show explico lo que tiene que ver la mecánica cuántica y la mecánica gravitacional con el amor; explico también el combustible, los elementos contra los que lucha un ingeniero… Vayan a verla porque en palabras no queda muy bien descrito.
¿De dónde nacen sus ideas para crear rutinas?
Pura observación etnográfica, observación participante básica. Trabajo de campo, hablar con personas, trabajo desde la hoja en blanco, la idea, la charla y el acuerdo de la existencia. No me meto a YouTube a ver qué han hecho otros. La idea es crear lo nuevo.
¿Cómo le llega la inspiración para crear comedia?
Soy coleccionista de asombros, soy fácilmente asombrable, todo es tan divertido que quisiera atraparlo todo en más y más shows. Hay demasiada comedia suelta por ahí que merece ser adoptada.
¿Cómo reírse de algo tan cotidiano como los problemas en el trabajo o la crisis?
Uno decide: o se amarga o se le muestra una sonrisa a la adversidad. Las dos cosas demandan el mismo trabajo pero los resultados son diametralmente distintos. Así que ¿para qué amargarse?
¿Cómo ha cambiado desde ‘La pelota de letras’?
Mucho. Antes no había redes, ‘smartphones’, teleconferencias con los hijos para hacer tareas… Las generaciones crecieron y hay que volver a sentarnos a revisar lo que cambió, pues ‘La pelota de letras’ es una comedia viva, vivaz, con caudal, nadie se baña dos veces en la misma comedia, parafraseando a Heráclito.
¿Cómo ha sido la acogida de los ecuatorianos?
Maravillosa. Mi público ecuatoriano es increíble, vengo porque lo piden, porque somos familia. Aquí viene el pariente de visita, las fronteras son políticas, la afinidad es infinita. Para mí lo que hay es un reconocimiento invaluable de la buena voluntad permanente de los ecuatorianos que quieren tener “planzasos” con sus familias. Somos todos creadores de grandes experiencias. ¡Los espero!