El certificado de calificación de la ANT para las aplicaciones es válido por cinco años. Foto: Pavel Calahorrano / EL COMERCIO
Parar un taxi en plena calle o llamar a una central telefónica para solicitar una unidad son prácticas cada vez menos frecuentes. Los pedidos de taxis en línea, a través de aplicaciones móviles, están revolucionando este servicio de transporte. Tanto clientes como conductores están en proceso de adaptación.
Las aplicaciones móviles para taxis comenzaron a operar hace poco en Ecuador. A tres años de su lanzamiento, Easy Taxi es hoy la App más popular del país. Las cifras lo confirman: más de 13 000 conductores de taxis están registrados en la aplicación. Solo en Quito son más de 8 000.
Cualquier conductor que cumpla los requisitos exigidos por la aplicación (cédula de ciudadanía, buen récord policial, licencia de conductor profesional de cinco puntos, matrícula vehicular vigente, habilitación operacional) puede trabajar con la plataforma. Sin embargo, el no estar respaldada por las cooperativas oficiales le ha valido críticas dentro del gremio de taxistas.
Las operadoras de taxis no quieren quedarse atrás. Hace un año salió al mercado Fastmóvil, la aplicación de la empresa de transporte de taxis ejecutivos Fastline, activa en Quito y Guayaquil.
Al menos 1 600 conductores y 28 mil clientes al mes, entre las dos ciudades, utilizan la aplicación. Unitaxi, la central de despacho de la Unión de Cooperativas de Transporte en Taxis de Pichincha, lanzó su plataforma digital en agosto y a la fecha suma 1 069 afiliados.
El negocio se masifica y con ello comienzan los controles. El 11 de agosto la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) emitió la Resolución Nº 070-DIR-2016-ANT, con la que ahora se regula la calificación, adquisición, instalación y uso de aplicativos móviles para el despacho de flota en las unidades vehiculares que prestan el servicio de taxis convencional y el de tipo ejecutivo.
La compañía Unitaxi explicó que su aplicación ya fue aprobada. La ANT aseguró que “existen solicitudes que están siendo analizadas, luego se realizará la respectiva inspección de funcionalidad, conforme a los parámetros establecidos en la Resolución Nº 070-DIR-2016-ANT, para de ser el caso pasar al proceso de calificación”, aclara un representante del ente público.
Entre las características exigidas en el reglamento están la geolocalización del vehículo, la administración del despacho de taxis y la posibilidad de emitir alarmas de emergencia. Además, las plataformas deben ser de producción nacional.
Daniel Arévalo, gerente de Cabify en Quito, dice que el reglamento es positivo para los desarrolladores de tecnología digital interactiva en Ecuador.
“Lo del reglamento está muy bien. Lo voy a apoyar -dijo Arévalo-. Va a contribuir al desarrollo tecnológico del país, siempre y cuando sea un mix y se respete la inversión extranjera. No creo que tengamos problemas porque en tecnología no hace falta que los desarrollos sean de producción nacional. De todas formas, se podría adaptar la aplicación para que una parte de la tecnología sea hecha en Ecuador”.
Según la ANT, la finalidad de la normativa no es solo garantizar seguridad y calidad en la prestación del servicio, sino contrarrestar la informalidad, señala el reglamento. El certificado de calificación para estas empresas tiene una vigencia de cinco años.
Luis Taco es conductor de la compañía Ecuataxi y realiza carreras con Easy Taxi desde hace dos años. Destaca que la herramienta le parece buena para trabajar sin correr peligro en las calles, especialmente por la noche. “En el día sí es más complicado por el tráfico. Se pierde tiempo y clientes”, dice Taco.
En el país se efectúan un promedio de 10 000 viajes al día con Easy Taxi. En la capital y demás ciudades con uso de taxímetro, el costo de la carrera se rige según el valor registrado en el taxímetro homologado.
Los desarrolladores de las aplicaciones y empresas de transporte destacan la seguridad como el valor principal de sus plataformas. Las unidades de la Unión de Cooperativas de Pichincha, que integra a 7 500 afiliados, cuentan con cámaras de seguridad monitoreadas las 24 horas por el ECU911. “A través de la aplicación, el usuario tiene pleno conocimiento de quién va a hacer la carrera y del trayecto”, señala Carlos Brunis, presidente del gremio.
“Nos caracteriza la seguridad. Detrás hay un call center 24/7 y una operadora legalmente constituida a través de las leyes de tránsito del país”, señala por su parte Diego Padilla, presidente de la Asociación de Taxis Ejecutivos del Ecuador y gerente
general de FastLine.
La aplicación Cabify, que opera en Quito y Guayaquil, ofrece el servicio de movilidad en automóviles privados. “Nuestro competidor es la gente que maneja. Creemos firmemente que este tipo de tecnología ayuda a la movilidad”, señala Daniel Arévalo, de Cabify Quito.
Los usuarios de la herramienta pueden compartir la ruta en tiempo real y el costo de la carrera es por kilómetro rodado, por lo tanto no incide el factor tráfico. El pago se efectúa únicamente por tarjeta de crédito, aunque en el futuro será con tarjetas de débito también.
Un nicho al que apunta con fuerza Cabify es el sector corporativo. En la ciudad está operando para más de 40 empresas.
En contexto
La ANT acaba de emitir una resolución en la que se regula el funcionamiento de las aplicaciones digitales interactivas para las carreras de taxis. El uso de esta herramienta cada vez se masifica dentro de los usuarios.