Pese a las fuertes réplicas del terremoto, ocurridas el 14 de septiembre del 2016, los habitantes de Muisne no abandonaron la isla. Foto: Marcel Bonilla/ EL COMERCIO
Los muisneños que habitan en la isla pasaron la noche del miércoles en sus casas, pero la alerta por posibles réplicas por sismos se mantuvo entre los habitantes de este cantón de la provincia de Esmeraldas.
Pese a que en la tarde del miércoles 14 de septiembre de 2016 hubo preocupación tras el sismo de 5.1 grados en la escala de Richter, las familias decidieron no abandonar la isla como ocurrió en otras ocasiones. El temblor se sintió a las 11:50 y fue una réplica del terremoto de 7.8 grados que ocurrió a las 18:58 del 16 de abril.
El Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional informó que luego del temblor de casi el mediodía se produjeron 10 réplicas relacionadas con el terremoto y se localizaron entre las zonas de Punta Galera y Muinse.
El sismo de 5.1 grados fue sentido en las poblaciones de Muisne, Quinindé, Atacames, Rioverde y Esmeraldas, en la provincia de Esmeraldas; Jama, Pedernales y Flavio Alfaro, en la provincia de Manabí. Luego de este hubo nueve réplicas con magnitudes de entre 2.4 y 3.6 grados, frente a las costas de Canoa, Muisne y Punta Galera; el evento de una magnitud de 3.3 grados (15:49 ) se registró frente a las costas de Canoa y fue sentido en los cantones Sucre y San Vicente, en Manabí.
El Geofísico indicó que hasta el momento se han producido 2 539 réplicas en total, desde el 16 de abril.
Entre los habitantes de Muisne existe mayor conciencia sobre qué hacer en caso de un sismo, luego del terremoto del 16 de abril del 2016, explica el director de la Unidad de Gestión de Riesgos del Municipio, Elí Torres, pero también reconoció que hace falta preparación de la población.
Desde la semana anterior en esa población empezó un proceso de actualización de los planes de contingencia, con la ayuda de la Secretaría de Gestión de Gestión de Riesgos.
En Muisne, los pescadores retomaron sus trabajos después de las réplicas del terremoto registradas el 14 de septiembre del 2016. Foto: Marcel Bonilla/ EL COMERCIO
Hace un mes se realizó un simulacro que involucró a nueve poblaciones de Muisne, con la finalidad de preparar a sus habitantes en caso de un evento generado por los sismos.
Los tres últimos movimientos telúricos se han sentido en la población de Galera, por ser el epicentro, una comunidad de pescadores del cantón Muisne, afectada por los aguajes de este año.
En Galera, la actividad pesquera se retomó desde la madrugada de este jueves 15 de septiembre de 2016, pero no deja de preocupar a los habitantes.
Julio García, uno de los pescadores, dijo que las actividades de pesca artesanal no se han detenido porque esa es la única actividad económica de la que vive la población.
En las comunidades costeras de Muisne se han revisado las rutas de evacuación que llevan a zonas seguras en caso de alerta de tsunami. Un equipo de Gestión de Riesgos recorre las poblaciones para conocer el ánimo de las personas.