Michael Fitzpatrick subsecretario adj.para el Hemisferio Occidental. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Michael Fitzpatrick, subsecretario adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, llegó a Quito ayer.
Desde la residencia del embajador estadounidense, Todd Chapman, reconoció que Ecuador es “de gran interés” y que por eso es el primer país que visita desde que fue nombrado para ocupar ese cargo, el 1 de julio pasado.
Como parte de su agenda mantuvo reuniones con funcionarios del Gobierno ecuatoriano, ONG y organizaciones de la sociedad civil. Aprovechará hoy para conocer el Parque Nacional Cotopaxi, porque no quiere que su visita se limite a las salas de reuniones, sino para conocer los paisajes y a la gente local. Mañana regresará a Washington.
¿Cuál es el motivo oficial de su visita a Ecuador?
Es la primera vez que vengo a Ecuador y la primera visita fuera de Washington en este nuevo cargo. Para mí, para el Embajador (Chapman), y para la nueva secretaria adjunta de Estado para Latinoamérica, Mari Carmen Aponte, es importantísimo mostrar un símbolo de nuestro interés en las relaciones con Ecuador. Y, personalmente, fue esencial que esta sea mi primera visita en este cargo, porque ahora soy responsable para coordinar la política con todos los países de América del Sur. Fue tan obvio dónde empezar.
¿Por qué fue obvio?
Porque en estos días vamos a celebrar el aniversario de la Independencia de Ecuador y el medio aniversario en el cargo de nuestro Embajador en el país. Y estamos construyendo más mecanismos con la gente para abrir espacios para trabajar conjuntamente en las áreas de interés común.
¿Espacios como cuáles?
Esta mañana tuvimos una larga conversación con la Cancillería y el Ministerio del Interior. Es tan obvio que hay intereses para los dos países y también hay la voluntad política para aumentar la lista de áreas de cooperación.
¿Cuáles son las áreas más importantes?
Desde la seguridad, hasta el comercio bilateral y la política de la región. Tenemos muchísimo interés en Ecuador en este momento y en lo que está pasando en América del Sur. Hay muchos cambios en estos meses, empezando por la paz entre el Gobierno colombiano y las FARC. Esto tiene implicaciones para todos los vecinos y para el Hemisferio. Entonces queremos ver cómo podemos aprovechar el momento y hay que empezar por el diálogo bilateral y multilateral.
Ecuador vive un año preelectoral. ¿Cómo puede esto influir en la relación con Estados Unidos?
Estamos entrando a un año electoral en ambos: Ecuador y EE.UU. Pero, a pesar de los cambios que vamos a tener, ciertas cosas no cambian, como los intereses de los dos países. No importa quién sea el presidente. Nosotros somos su socio número uno en comercio y sus socios integrales estratégicos en muchas áreas, como seguridad. Además, hay una gran presencia de ecuatorianos en EE.UU., por lo que hay otras áreas en las que queremos profundizar la relación, como cultura, educación, migración, devolución de patrimonio cultural.
¿Cómo influirá en las relaciones bilaterales el resultado de las elecciones en Estados Unidos?
Tenemos un evento doméstico, soberano, nuestro debate nacional. Pero ahora con la tecnología y los medios de comunicación todo el mundo está participando en eso. Pero, al final del día, es un debate interno, puede ser un poco crudo, pero es honesto. Tomaremos una decisión nacional y vamos a cerrar filas como nación y a avanzar juntos. Esa es una de las fortalezas que nosotros tenemos como país.
¿Cómo ve la reconfiguración de la geopolítica en la región?
Reconfiguración es la palabra correcta, pero es parte de un proceso permanente. Hay varios cambios sociales, legales, judiciales y culturales en América. En términos generales, no solamente políticos: el crecimiento de una clase media, más acceso a la información y que las clases populares insistan en resultados a sus propios gobiernos. Es algo positivo. Pero por ejemplo: en Brasil están en proceso, nadie sabe cómo va a terminar. Tampoco tenemos interés en una u otra salida, sino en el proceso y el fortalecimiento de las instituciones públicas, sin importar si es de derecha o izquierda.
Con estos cambios, ¿cree que la tendencia del socialismo del siglo XXI se ha debilitado? ¿Cómo se percibe esto en los Estados Unidos?
Es cierto que esa tendencia ha tenido roces y conflictos con nosotros. Pero en nuestro país estamos en un momento posideológico, la pregunta es si hay respeto a la ley, a la ciudadanía y a los intereses nacionales. Y entendemos que ciertos políticos van a buscar roces con EE.UU., precisamente para continuar debates nacionales, quizás. Esta ola política es como un péndulo, pasa por un extremo y después al otro. Pero no queremos caer en trampas del siglo pasado, hay que hablar y actuar como en esta nueva época. El reto principal es fortalecer las instituciones, el comercio, las oportunidades.
Datos
Es un diplomático de carrera, ocupó cargos en el Hemisferio Occidental, África, Asia y Europa.
Fue representante ante la Organización de Estados Americanos, ministro consejero en las embajadas en Lima y Asunción, consejero político en Kenia y Bélgica, oficial político en Colombia y Filipinas.
Ocupó cargos en las oficinas del Secretario de Estado, del Subsecretario de Asuntos Políticos y de Asuntos Político-Militares europeos.