Los comenciantes del Centro Histórico de Cuenca abandonaron sus locales y salieron en busca de clientes en el parque de la Madre. Foto: Manuel Quizhpe / EL COMERCIO
En sus rostros se refleja felicidad, esperanza, tranquilidad… Son más de 100 comerciantes que, este sábado 25 de junio, abandonaron sus negocios del Centro Histórico de Cuenca y llegaron al Parque de La Madre para exhibir sus productos.
Su situación económica es crítica producto del cierre de las calles Gran Colombia y La Mariscal Lamar, en donde se ejecutan las obras del tranvía. En sus locales, durante la semana, la presencia de clientes es casi nula y por ello se ilusionan al contar con público en sus estantes.
En un sector estratégico del parque de La Madre se instalaron carpas para la venta de ropa, calzado, bisutería, sombreros, cortinas, cestería, joyería, chalinas de alpaca… Se ofrecen helados, pizzas, comida…Se instaló una tarima para la presentación de artistas, entre ellos Fausto Miño.
Los comenciantes del Centro Histórico de Cuenca abandonaron sus locales y salieron en busca de clientes en el parque de la Madre. Foto: Manuel Quizhpe / EL COMERCIO
Se trata de la tercera edición de la feria ‘Démonos una vuelta por la feria’, organizada por el Municipio de Cuenca a través de la Empresa de Desarrollo Económico (EDEC). La idea es reactivar la economía de los negocios que experimentan pérdidas por falta de clientes.
Según Carlos Rojas, gerente de la EDEC, las ferias se han hecho en fechas especiales, como son el Día de la Madre, del Niño y ahora del Padre. “La acogida es buena y ha sido una buena alternativa para impulsar el comercio del Centro Histórico de Cuenca”.
Rojas advierte que, por sugerencia de los comerciantes, se analiza la posibilidad de continuar con las ferias. Aparte de reactivar sus ventas, el objetivo es promocionar sus negocios para cuando se normalice la circulación vehicular en las calles Gran Colombia y Mariscal Lamar.
Claudio Pazán, dueño del local de calzado Ale Shoes, reconoce que ese tipo de ferias le permite recuperarse en algo económicamente de las pérdidas que sufre a diario. “Hay buena acogida y nuestro pedido es que se haga, al menos, cada mes”. Él cuenta que su negocio, ubicado en la Gran Colombia y Estevez de Toral, lo que se llena es de polvo.
Otro comerciante, Luis Cordero, dueño de Artesanías Cordero Mendieta, asegura que con la venta en la feria le ayudará en algo a cubrir los USD 300 del arriendo del local, ubicado en la Gran Colombia. “Estamos viviendo una situación lamentable, angustiosa, por las obras del tranvía, también tengo que pagar del agua potable y de la luz”.
Una de las compradoras, Lucrecia Juca, reconoció que los precios son de promoción. Ella compró una gorra de alpaca para el frío y una bufanda. Se aprestaba a adquirir un abrigo. Luego, acompañada de familiares, visitó los estantes de gastronomía, artesanía, joyería, bisutería… La feria culminará este sábado 25 de junio a las 20:00.