Los choferes que destruyan los postes están obligados a pagar su reposición. Foto: Archivo EL COMERCIO
Es más frecuente de lo que parece. Primero se escucha el frenazo, luego el estruendoso ‘¡crash!’ de las latas retorciéndose y un segundo después… se va la luz. En Quito, en promedio, 12 postes son reemplazados cada semana por accidentes automovilísticos.
Desde el 1 de enero hasta mediados de mayo de este año, la Empresa Eléctrica cambió 231 postes. Según las estadísticas de la entidad, el año pasado se reemplazaron 616 unidades.
Hay varias razones por las cuales un poste necesita ser cambiado. Pero la causa que se lleva la corona son los accidentes de tránsito. El 90% de las intervenciones se llevan a cabo porque, debido a un choque, la estructura de hormigón se rompe, queda inestable o de una vez se fue abajo.
El resto se realiza a causa de desplomes por antigüedad o por saturación. A veces se colocan más de 80 cables en una estructura antigua, la cual por el peso empieza a perder su forma y se arquea.
El responsable del accidente es quien debe costear el cambio. La Empresa Eléctrica aplica la normativa: “Todo tipo de daño a un bien eléctrico es considerado una infracción y los causantes deberán responder por los daños ocasionados a la empresa, por dañar su infraestructura, y a la ciudadanía, por la falta del servicio”.
Esa normativa se la conoce de memoria Efraín Cárdenas, quien debió pagar más de USD 800 el año pasado. Recuerda que salió de una reunión familiar en la que había bebido un par de tragos y, según cuenta, una moto se le cruzó mientras transitaba por la avenida Simón Bolívar; por evitar impactarla, perdió el control y afectó un poste. El auto, que pertenecía a su padre, también sufrió daños, pero por fortuna nadie resultó herido.
Asegura que no sabía que él debía pagar por los daños. Cuando la Policía le informó, pensó que el Sistema Público para Pago de Accidentes de Tránsito (SPPAT) iba a costearlo; pero no fue así, ya que el seguro solo paga daños a personas y no a bienes.
Debió llegar a un acuerdo con la Empresa Eléctrica para realizar el pago del poste. Mientras eso ocurrió, dice, su auto fue retenido. Finalmente, se emitió una orden para liberar el vehículo.
El chocar un poste y abandonar la escena también es más frecuente de lo que se piensa. Eso ocurre en el 80% de los casos, según la Gerencia de Distribución de la entidad. Cuando no se logra ubicar al responsable del incidente, la Empresa Eléctrica asume los gastos. En todo caso, los postes y todos los bienes de la Empresa están asegurados pero hay deducibles que deben ser cubiertos.
Según la Empresa Eléctrica, es muy difícil determinar un costo único pues depende de cada caso en particular. Además, se deben incluir el precio de la energía no vendida, si es alimentador primario o troncal, los costos por efectos de la desconexión causada por el choque, la movilización del personal y otras consideraciones más.
Un poste de 12 metros cuesta USD 245,10. A esa cifra se le debe sumar el traslado, la colocación, las luminarias (unos USD 200) y el personal. Así, en promedio, reemplazar un poste sencillo puede costar USD 700, y el precio subirá si se trata de un poste con transformadores para alta y baja tensión.
Cambiar un poste tampoco es tarea fácil. Para hacerlo es necesario restringir la movilidad, cerrar uno de los carriles, movilizar un equipo de obreros y trabajar por unas tres horas, en el mismo día del incidente. Si la situación se complica, incluso son ocho horas.
La recomendación para que ‘no se le crucen postes en el camino’ es que maneje con precaución, no acelere demasiado y no beba. Según la AMT, las tres principales causas para que ocurran accidente son la impericia, el consumo de licor y el exceso de velocidad.
En contexto
Este año, prácticamente se mantiene la media semanal de cambios de postes debido a accidentes vehiculares. Un poste cuesta USD 245,10 pero los montos suben si se toman en cuenta los cables, los transformadores y la energía que no se vendió.