‘Dreamtown’ es un documental de Betty Bastidas que narra una historia sobre un niño que soñaba con ser una estrella del fútbol. Foto: Facebook / Dreamtown
Diversidad es la palabra que podría definir la segunda edición del Ecuadorian Film Festival in New York (Effny) que se realizará entre el 2 y el 6 de junio en esa ciudad.
“Para esta edición quisimos presentar una propuesta diversa y variada sobre el cine ecuatoriano”, dice Rafael Barriga, cineasta y curador de la muestra junto con Christian Ponce, sobre un festival que incluye 10 largometrajes y ocho cortos que se disputarán el premio del jurado y el del público (un incentivo de USD 350 y una estatuilla).
“Todo el cine, sea documental, ficción o ensayo, es uno solo, sobre todo en los actuales tiempos en que los formatos y estilos se cruzan”, explica Barriga sobre la decisión de no dividir en secciones al festival.
“Este año hay películas muy diferentes unas de las otras. Lo cual quizá no ocurría en años pasados, cuando había una insistencia sobre temas como la adolescencia”, dice Barriga sobre la diversidad del temario del cine ecuatoriano.
La historia de un muchacho que redescubre las leyendas de su pueblo en ‘Vengo Volviendo’; un viaje que se convierte en una espeluznante pesadilla en ‘Sed’; o una realidad distópica donde una funcionaria encuentra la forma de cambiar el sistema en ‘La descorrupción’, son parte de las ficciones en la cartelera.
Los documentales son retratos que parten de historias íntimas hacia un plano más general histórico, político y social del país, como ‘Dreamtown’, ‘Y en el centro de la Tierra había fuego’, ‘Persistencia’, ‘Instantes de campaña’ o el mockumentary ‘Un secreto en la caja’, sobre el escritor que fue olvidado por su propio país.
Con una afluencia de unos 1 500 espectadores en la primera edición (2015), la organización se ha planteado nuevos retos al ampliar de una a tres sedes de proyección, en Manhattan, Brooklyn y Queens.
Tal apertura busca consolidar la presencia del cine ecuatoriano en Nueva York y seguir construyendo público: migrantes ecuatorianos y el público estadounidense aficionado al cine independiente de América Latina. La mitad del dinero recaudado será donada a Ecuadorian Shelter Initiative, que apoya con refugio y la reconstrucción de viviendas en la zona del terremoto.