Los jugadores del Independiente del Valle celebran la clasificación a la semifinal de la Copa Libertadores de América después de vencer 5-3 en la serie de penales en el estadio Olímpico de la Ciudad de México. AFP
Jefferson Orejuela observó el gol anotado por su compañero Arturo Mina y corrió para abrazarlo, tras la tanda de penales que dio a Independiente, en México, la clasificación a las semifinales de la Copa Libertadores.
Desde los graderíos del estadio Universitario se escuchaba un coro: “Cómo no te voy a querer, cómo no te voy a querer…” Los hinchas de Pumas entonaban el cántico, pese a que su equipo había sido eliminado por los rayados del Valle.
Ajeno a esos cantos de la mayoritaria afición local, a Orejuela solo le importaba encontrar al autor del gol histórico para el club ecuatoriano. A su lado corría Julio Angulo.
Cuando al fin pudo alcanzar al defensa, Orejuela se liberó del estrés. Durante los 90 minutos reglamentarios, fue uno de los hombres encargados de quitar la pelota en el medio campo y entregarla correctamente a sus compañeros.
No le fue mal. Hizo 23 pases correctos. Solo erró en tres. Con esto, fue el tercer jugador de su plantel con más pases realizados durante el cotejo.
Además, se destacó en la recuperación del balón ante el asedio de los volantes y los delanteros rivales, durante el tiempo reglamentario del juego de los cuartos de final.
La recuperación del balón es una de las fortalezas del Independiente, en lo que va de la Libertadores. El club de Sangolquí es el segundo plantel con más intercepciones de pelota, durante este certamen.
Independiente ha recuperado el esférico 279 veces, en sus 12 partidos jugados (en la primera ronda, la fase de grupos, los octavos y cuartos de final).
Solo Pumas -eliminado por el conjunto ecuatoriano- recobró más veces la pelota (333 veces) en su participación en el certamen continental.
El quite del balón en el medio campo permite que los equipos tengan equilibrio entre la defensa y el ataque. Un ejemplo es el Independiente.
El entrenador Pablo Repetto siempre inculca a sus jugadores que deben buscar el gol, tanto en los encuentros de local como de visitante. Así, sus dirigidos casi siempre logran anotar (Independiente solo se quedó sin marcar ante Colo Colo, en Chile, y ante River Plate, en Buenos Aires).
En esos dos encuentros, los negriazules sufrieron ante el asedio de los locales y perdieron el control de la pelota. Sin embargo, contaron con Daniel Azcona, un golero destacado en estas instancias definitivas. Ante River, hizo 11 atajadas. Y, frente a Colo Colo, evitó cuatro opciones de gol.
El paraguayo-ecuatoriano, de 32 años, también fue clave ante Pumas al desviar el disparo de Ismael Sosa, en el tercer penal ejecutado por Pumas.
Azcona, sin embargo, dijo que la clave de la clasificación fue el juego colectivo de su plantel. Además, hizo un guiño a los aficionados ecuatorianos. “Gracias a Dios se consiguió la clasificación. Esto es dedicado para todo el Ecuador”.
En las semifinales, Independiente volverá a demostrar su potencial. Probará si su virtud para recuperar la pelota y su ataque son efectivos ante Boca Juniors, equipo que cuenta con el delantero estelar Carlos Tévez, repatriado desde la Juventus de Italia.
Repetto es consciente del cartel de Boca. Por ello, prevé un encuentro complicado para las semifinales (el 7 de julio en Quito, en el Atahualpa. Y, el 14 del mismo mes, en Argentina).
“(Boca) tiene un presupuesto diez veces mayor al nuestro, al igual que São Paulo y Nacional. El mejor refuerzo para nosotros será mantener a todo el plantel”, advirtió Repetto.