Las nuevas paradas del Sistema Trolebús están por estrenarse. En Quitumbe (foto),la infraestructura se encuentra adecuada para recibir a usuarios. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO
El proceso de modernización del Sistema Trolebús trae más que un cambio de imagen. Con la construcción de 44 paradas y la adquisición de 80 biarticulados, los usuarios deberán adaptarse a este nuevo medio de transporte.
En esta semana está previsto que se cumpla la entrega de una parte de estas infraestructuras y que lleguen los primeros cinco biarticulados. En un inicio se realizarán pruebas para poner a punto el sistema.
Los usuarios estrenarán las paradas de manera progresiva, informó Alexandra Pérez, gerenta de la Empresa Pública Metropolitana de Transporte de Pasajeros Quito (Epmtpq).
Antes de recibir a los usuarios deben estar funcionando todos los mecanismos: tornos, señalización, cámaras de seguridad, cabinas de cobro, comunicaciones, iluminación, monitores, servicio de wifi.
Para que las unidades antiguas se acoplen a la altura de las estaciones reconstruidas (90 centímetros), se alzó la suspensión de los trolebuses.
Según la planificación de la Epmtpq, las primeras estaciones que empezarán a funcionar son las de la fase uno.
Las otras se habilitarán a medida que termine la construcción y adecuación. Según el cronograma, las obras de edificación de paradas concluirán a medianos de julio, pero los usuarios deberán adaptarse a otros cambios.
Por ejemplo, los andenes en sentido norte-sur de la Plaza Grande, Santo Domingo y Jefferson Pérez; y de Chimbacalle, sur-norte, se ubicarán en otros espacios. El objetivo es optimizar la operación de las unidades y brindar mayores facilidades a los pasajeros.
La primera estación pasará de estar en la Guayaquil y Chile a la Guayaquil y Espejo, una cuadra más al sur. Con este cambio se evitará, entre otros, que las unidades hagan un esfuerzo en el momento de retomar el recorrido en la cuesta.
La parada de Santo Domingo estará en la calle Rocafuerte, la Jefferson Pérez en las instalaciones de ConQuito y la de Chimbacalle en un predio municipal cercano, explicó Alejandro Larrea, gerente de la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad de Obras Públicas (Epmmop).
Las estaciones de La Carolina, en ambos sentidos, no serán parte de esta renovación. Está previsto que esta parada salga de operación. En la zona quedarán habilitados los andenes El Florón y Estadio.
La incorporación de los 80 biarticulados implicará más cambios. Las primeras unidades que arribarán en esta semana no transportarán pasajeros.
Inicialmente, se harán pruebas para pulir detalles y permitir que los buses se adapten a la geografía de la ciudad.
La capacitación del personal que operará las unidades y el conocimiento técnico mecánico se hará en esta etapa, mencionó Darío Tapia, secretario Metropolitano de Movilidad.
Mientras llegan las demás unidades – hasta la primera semana de agosto- y se termina la obra civil en las paradas, los biarticulados que se incorporen y empiecen a transportar pasajeros darán el servicio en las estaciones que estén ya operativas.
“Se brindará un servicio similar a los expresos. Se detendrán solo en determinadas paradas”, sostuvo Tapia.
Las unidades llegarán paulatinamente. Así, según la planificación, todo el Sistema Trolebús modernizado -paradas y buses- estará operativo a finales de julio de este año.
Con estas medidas, la actual administración aspira a optimizar el servicio de transporte público. Las paradas y los biarticulados tendrán mayor capacidad para transportar pasajeros. Se pasará de 160 a 250 usuarios en los buses.
En promedio, a diario en los troles, entre Quitumbe y La Y, se movilizan 275 000 pasajeros.
“Esto permitirá que se embarquen y desembarquen más de 250 personas en cuatro minutos”, mencionó Larrea.
Para César Arias, mentalizador del Trolebús y especialista en Movilidad, la iniciativa de optimizar el sistema tiene pros y contras. Entre los principales beneficios destacó que aumentará la capacidad para transportar pasajeros, pero dijo que el servicio será distinto.
Entre los cambios que se experimentará en este sistema está utilizar más buses a combustible. Estos, según Arias, son ruidosos, emiten gases y vibran. Los troles, en cambio, son lo contrario.
“Se debería cambiar el nombre de Trole. Las paradas ya no tendrán el arco característico del Centro ni se emplearán unidades eléctricas”.