La banda Soja brindó un concierto por primera vez en Quito, en el Teleférico. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO
Más de 1 700 personas se dieron cita en el Teleférico para cantar junto a la banda estadounidense Soldiers Of Jah Army, mejor conocida como Soja. Ellos llegaron a Quito como parte de una gira sudamericana que ha incluido países como Perú, Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, entre otros.
Dos horas antes de que llegaran al escenario, el público entró en calor gracias a la presencia de las bandas Monkey Roots y Alika & Nueva Alianza.
Ellos fueron los encargados de encender los ánimos de los asistentes que estaban ansiosos de gritar junto a sus ídolos.
Sin embargo, la mala nota la entonaron las personas que quisieron entrar al recinto sin contar con los respectivos boletos. Hacia las 21:00, decenas intentaron violar el cerco de seguridad, lanzando piedras, palos y otros objetos a miembros de la Policía Nacional. Esto forzó a redoblar esfuerzos por parte de los organizadores para no dañar el ambiente que se vivía dentro del Teleférico. Tal fue el descontrol que la Alika tuvo que ingresar camuflada en una ambulancia.
Un grupo de personas intentó ingresar sin pagar al concierto. La Policía Nacional tuvo que intervenir, para evitar desmanes. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO
Luego de una larga espera de aproximadamente media hora, y en medio de chiflidos por la desesperación de escuchar a sus músicos favoritos, Soja saltó al escenario hacia las 23:00. Fue una espera marcada por la impaciencia y cierto cansancio luego de haber esperado más de dos horas de pie dentro del Teleférico.
Jacob Hemphill lucía un tanto emocionado de estar por primera vez en Ecuador. En un español bastante natural, el vocalista y guitarrista de la banda agradecía al público ecuatoriano por acompañarlo esa noche en el escenario.
Andrea Riodrío, una de las asistentes a la zona VIP del concierto, no paraba de gritar de la emoción de compartir el mismo espacio de sus ídolos. Dada la disposición del escenario en relación con el público, “pude casi tocar a Jacob”, decía eufóricamente.
Los fans apreciaron al vocalista de Soja desde la cercanía al escenario. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO
Por aproximadamente dos horas, la banda tocó varios de los clásicos de su repertorio. Entre gritos y rastas, quienes asistieron no pararon un solo minuto en estas casi cuatro horas de concierto.