Es abogado graduado en la Universidad Católica con un masterado en Derecho de los Negocios en la Universidad Francisco Vitoria, en Madrid. Actualmente es profesor en la Universidad San Francisco de Quito. Foto: EL COMERCIO
¿En qué medida las revelaciones que esta semana aparecieron en los Papeles de Panamá destapan el manejo turbio de las operaciones financieras en los paraísos fiscales?
Esto pone en evidencia que bajo los derechos a la intimidad y el sigilo bancario se pueden amparar actividades ilícitas. Es evidente que muchos líderes políticos, deportistas y artistas prefieren que no se conozca cómo manejan sus patrimonios. Ahora lo importante es saber quiénes las usaban y con qué fines, puesto que tener una empresa no significa perse que es una
actividad ilícita.
¿Si tener inversiones en una firma offshore no implica ninguna ilegalidad, por qué entonces se los denomina paraísos fiscales?
Los paraísos cumplen condiciones que son interesantes para gente que necesita proteger su patrimonio. Las offshore tienen un régimen jurídico relativamente estable que no ha variado por décadas. Se acompaña por un centro financiero internacional sólido, que sirve para manejar recursos con sigilo. Si uno quiere mantener un perfil bajo o no estar expuesto en países inestables o excesivos en cargas tributarias esto es ideal.
De todas formas, ahora con todos los sistemas informáticos disponibles y con el acceso a la red toda la información está mucho más expuesta, prácticamente no hay secretos.
Hubo un quiebre muy grande en los derechos de las personas desde el atentado a las torres gemelas en el 2001. Suiza, un país con tradición de sigilo bancario único en el mundo, infranqueable, tuvo que proporcionar información de sus cuentas a EE.UU. Luego se descubrió que la financiación de los terroristas salió de cuentas suizas. Pero definitivamente esta última filtración al Consorcio de Periodistas evidencia que es muy difícil mantener secretos seguros.
Sin embargo, también se está estigmatizando a quienes tienen empresas offshore, especialmente desde el Gobierno que anuncia investigaciones.
Hay un quiebre importante, la sociedad es muy distinta. Tener una empresa en los paraísos fiscales quizá en años 70 o 80 habría sido completamente normal. En el Ecuador de hoy quien no tenga una empresa offshore que lance la primera piedra. La sociedad ha cambiado, está más involucrada en la defensa de valores y principios. Puede no ser un ilícito, pero hay líderes políticos de China, Rusia, Paquistán que tienen sus fortunas en paraísos fiscales.
¿Entonces no se trata solo de un tema de legalidad?
Así es, no estamos discutiendo si es lícito o ilícito, sino si hay comportamientos éticos, si es justo que los políticos manejen sus finanzas de origen público fuera de los países donde fueron elegidos.
También hablamos de transparencia, especialmente de los funcionarios públicos. ¿Debería normarse el manejo de sus fondos en el exterior?
Esos son los temas que como sociedad debemos discutir. Ecuador ha sido más sensato que europeos porque siempre tuvimos a Panamá en el listado de paraísos. Suiza no está en nuestra lista de paraísos fiscales, lo cual llama la atención.
Precisamente un funcionario público que abrió una empresa en Panamá fue el fiscal Galo Chiriboga para salvaguardar su patrimonio. ¿Qué implicaciones tienen ese caso?
No hay nada ilegal en lo que hizo el Fiscal. El problema surgirá cuando se abran investigaciones. El Fiscal será quien deba iniciar esas investigaciones y él ya ha dejado sentado su criterio de que tener una empresa en Panamá no es nada ilegal.
¿Eso no garantiza una investigación imparcial?
Me queda la preocupación sobre quién va a encausar estando Galo Chiriboga como fiscal de la Nación.
¿Volviendo al tema global también se ve en estos casos un doble discurso de algunas potencias?
Así es, hay una doble moral. China tiene su paraíso en Hong Kong, Reino Unido en islas vírgenes…De hecho toda la inversión que se canaliza desde la mayoría de potencias al resto del mundo muchas veces pasa por paraísos fiscales. Por eso no cabe hacer de Panamá un chivo expiatorio.
¿La tesis de la transparencia para que se retiren esos escudos en los paraísos fiscales es factible?
Claro, es un tema que nos invita a tener una moral consistente. De ser y parecer.
¿Y en el caso de personas privadas no conviene por una situación de seguridad mantener el secreto porque están más expuestas?
Dadas las circunstancias no. Vemos el caso de Siria se ha probado que fuerzas de ese gobierno compran combustible a través de empresas offshore, que el grupo terrorista ISIS se financia a través de la banca oculta. Si uno ha hecho su patrimonio honestamente no tienen nada que temer.
¿En estos casos prima el derecho de la sociedad a estar debidamente informada sobre temas de interés público?
Así es, los derechos individuales están por debajo o supeditados a los derechos que tenemos como sociedad a la transparencia. No se trata de que todos accedamos a esa información sino las autoridades de control.