En 2015, el vicepresidente Jorge Glas viajó a China para concretar nuevos créditos. Foto: Archivo Pavel Calahorrano / EL COMERCIO
El déficit fiscal llegó al 3% y la deuda pública al 34,7% del PIB en América Latina en 2015, un “leve deterioro” en un escenario de desaceleración económica compensado por un mayor ahorro y recaudación tributaria.
El dato lo recoge la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en su informe “Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe 2016”, publicado ayer.
Esto es resultado, según el organismo, de que los países de América Latina sufren la pérdida de ingresos como resultado principalmente de la caída en el valor de las materias primas, motor de la economía regional.
“Si bien el 2015 estuvo marcado por la pérdida de ingresos provenientes de recursos naturales no renovables, este declive fue contrarrestado por mayores ingresos tributarios como consecuencia de las reformas”, explicó la Cepal.
Para compensar los menores ingresos, gran parte de los países de la región realizó ajustes fiscales “de magnitud” o han puesto en marcha reformas tributarias.
El Gobierno de Brasil, cuya economía atraviesa por una situación difícil, anunció recientemente un ajuste fiscal por USD 5 780 millones sobre su presupuesto de 2016, mientras lo propio hizo el Régimen chileno, con un recorte de gastos por USD 540 millones (0,25% del PIB).
Varios países de la región han puesto en marcha reformas tributarias para mejorar la recaudación fiscal.
“En promedio, la región logró aumentar su presión tributaria en 0,2 puntos porcentuales del PIB, principalmente gracias a una mejora en la recaudación del impuesto sobre la renta”, explicó la Cepal.
Brasil, con una deuda pública del 65% de su PIB, lidera la lista de los naciones más endeudadas en la región, seguido de El Salvador, con un 45%, Honduras y Argentina (44%).
En tanto, Chile y Paraguay, con un 17%, figuran con menor deuda pública.
En América Latina, la deuda pública comenzó a crecer a partir de 2008, con el estallido de la crisis financiera global.
Si bien hasta 2014 permaneció estable, durante el año pasado la deuda pública creció de “forma gradual y heterogénea” en la región, pasando de un 33,2% del PIB a una media del 34,7% del PIB en 2015.
La Cepal destacó que ese “nivel sigue siendo bajo en muchos países”, agregando además que hoy también “la vulnerabilidad de la región frente a choques externos es muy diferente”.
Los ingresos tributarios son la piedra angular del financiamiento básico de un Estado moderno, destacó la Cepal, haciendo un llamado a combatir la evasión en un entorno de menor dinamismo económico.
“La evasión es una de las principales debilidades de los sistemas tributarios de las economías de la región y ascendió a un total de USD 320 000 millones en el 2014”, afirmó Cepal en su documento.
Los incumplimientos tributarios, precisó el organismo, “ascienden a 2,2 puntos del producto interno bruto (PIB) en el impuesto al valor agregado (IVA) a nivel regional, y a 4,1 puntos del PIB en el impuesto sobre la renta”.
Aunque se comprobó un descenso generalizado de las tasas de evasión del IVA hasta 2008, la Cepal advirtió que a partir de la crisis financiera se revirtió esta tendencia favorable, “por lo que urgen reformas en la administración de este tributo como sobre el impuesto a la renta”.
Ecuador sufre ‘ajuste’
Dentro del estudio presentado por la Cepal, Ecuador junto con Argentina, El Salvador y Honduras se encuentra en un escenario denominado de “ajuste, ya que mejoraron de manera importante su déficit fiscal”. La observación que se realiza, sin embargo, es que incrementaron el peso de la deuda pública.
Ecuador, además, se encuentra entre los países que aumentaron el costo de deuda pública, lo que se traduce en mayores niveles de endeudamiento y carga en los presupuestos públicos para el 2016.
El informe anotó que el factor de ajuste del Ecuador durante el 2014 y el 2015 fue el gasto de capital.
El exministro de Finanzas, Fausto Ortiz, comentó que el informe resume bien los últimos dos años fiscales de Ecuador. El experto señala que el déficit fiscal ha pasado del 6 al 4% del PIB entre el 2014 y el año pasado. Pero resalta que aún así el Gobierno acumuló atrasos en los pagos de proveedores y municipios por falta de financiamiento.
“Como no pudo conseguir (recursos) se quedó con atrasos” y eso, según la Constitución, se convierte en deuda en este año, señala Ortiz.
Desde finales del 2014, el Ecuador ha sufrido la caída de ingresos fiscales por la baja del precio del crudo.