Agentes toman posiciones durante una operación policial en Bruselas, Bélgica. Foto: EFE
Un sospechoso murió este martes, 15 de marzo de 2016, en una importante operación policial en Bruselas lanzada en el marco de la investigación por los atentados de París, indicó la prensa belga citando una fuente de la fiscalía federal.
“Un cuerpo fue hallado en el allanamiento de una vivienda de la calle Dries [en la comuna de Forest de la capital belga]. Su identidad no se conoce aún pero en todo caso no se trata de Salah Abdeslam”, sospechoso de haber tenido un rol clave en los atentados de París y que se encuentra desde entonces en fuga, indicó el portavoz de la fiscalía federal belga, Eric Van der Sypt, citado por la agencia Belga.
Salah Abdeslam, de 26 años, sospechoso de haber desempeñado por lo menos un papel clave en la logística de los atentados del 13 de noviembre, sigue prófugo tras haber sido ayudado a salir de París por amigos suyos al día siguiente de los ataques en los que murieron 130 personas.
Este mismo portavoz había indicado poco antes que cuatro policías resultaron heridos en esta operación en la que participaron policías franceses y que comenzó al principio de la tarde con un allanamiento en una vivienda en el que fueron recibidos por disparos.
Los sospechosos, luego de este primer contacto con las fuerzas policiales, se dieron a la fuga y se refugiaron en otra vivienda en donde estalló otro tiroteo.
Bruselas, ‘semillero’ de yihadistas
Cuatro de los nueve autores de los atentados de París, en los que murieron 130 personas, eran belgas. Los ataques habrían sido organizados en esta capital.
Al día siguiente de los ataques, reivindicados por el grupo Estado Islámico, se perdió el rastro en Bruselas de uno de los principales sospechosos, Salah Abdeslam, cuyo hermano se hizo estallar en las calles de París.
La fuga de este sospechoso obligó a las autoridades belgas a elevar al máximo la alerta terrorista así como el cierre de los edificios públicos y la suspensión del transporte público por cinco días, sobre la base de una “amenaza inminente”.
Una fuente policial francesa indicó que la operación policial en Bruselas no apuntaba a dar con Salah Abdesalam.
Desde los ataques la justicia belga llevó a cabo numerosos allanamientos.
En enero las autoridades belgas allanaron dos departamentos y una casa utilizada por Abdeslam y otros sospechosos antes de los ataques.
En uno de los departamentos hallaron rastros de una huella dactilar de Abdesalam así como rastros del mismo explosivo utilizado por los atacantes de París y un dibujo de una persona utilizando un cinturón de explosivos.
Las autoridades también hallaron rastros del ADN de Bilal Hadfi, otro de los atacantes.
Bélgica detuvo a once personas, con cargos por terrorismo, vinculadas a estos ataques. Ocho siguen detenidos.