La película es protagonizada por el actor argentino Pablo Echarri como José de San Martín. Foto: Captura de pantalla
El 26 de julio de 1882, los libertadores de América del Sur José de San Martín y Simón Bolívar mantuvieron en Ecuador una cita clave para la historia del continente.
Con ‘El encuentro de Guayaquil‘, que tuvo su preestreno en la muestra de cine Pantalla Pinamar, el argentino Nicolás Capelli buscó recrear esa entrevista de la que poco se sabe.
“Nos enseñaron en la escuela que San Martín era Superman. Pero era un personaje con sus vicios, sus contras, sus aciertos. Era humano”, afirmó el viernes 11 de marzo de 2016 Capelli sobre su segundo trabajo después de ‘Matar a Videla‘ (2009), que tendrá su estreno en Argentina en junio.
Basada en la obra de teatro del historiador argentino Pacho O’Donnel, la película es protagonizada por el actor argentino Pablo Echarri como San Martín y el colombiano Anderson Ballesteros (‘El Chili’ en la serie ‘Escobar: el patrón del mal‘), como Bolívar.
Video: YouTube, cuenta Nicolás Capelli
Si bien su visita estaba anunciada, Echarri, quien se encuentra en la provincia argentina de Jujuy, en el norte del país, grabando los últimos capítulos de la serie de TV ‘La leona’, no llegó a tiempo para la presentación, aunque sí acompañaron el viernes 11 de marzo el filme O’Donnel y las actrices Eva de Dominici -que interpreta a una amante mulata de San Martín- y Naiara Awada, hija del actor Alejandro Awada, quien se pone en la piel de Remedios de Escalada, esposa del Libertador. Completan el elenco Juan Palomino y Arturo Bonín.
“Para escribir la obra me pregunté qué habrán conversado en ese encuentro tan decisivo para la historia americana (…) qué habrán hablado estos dos tipos formidables pero llenos de dudas, enfermos”, explicó hoy O’Donnel, fundador del Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano Manuel Dorrego, creado por decreto en 2011 por la entonces presidenta Cristina Kirchner.
“Para nuestra historia fue un encuentro aparentemente misterioso. Pero la realidad es que esa fue una artimaña de la historiografía liberal”, apuntó O’Donnel. “Buenos Aires nunca creyó en la capacidad de armas y el coraje de los criollos y tendía a las negociaciones con los príncipes europeos (…) no querían que triunfara la revolución y que se pusieran en jaque sus privilegios”.
Como originalmente fue escrita como obra de teatro -llevada a las tablas en Buenos Aires por los actores Lito Cruz (San Martín) y Rubén Stella (Bolívar)-, en la que se veía a los dos personajes dialogar sentados a una mesa, Capelli añadió al guión de la película -coescrito con Álvaro Arostegui– una serie de flashbacks sobre los Libertadores “para dar a entender lo que les había costado llegar a esta situación”, explicó.
“Es una obra intimista sobre dos personas discutiendo la historia de América Latina. Lo que tiene de atractivo es que la historia se sigue repitiendo y eso hace que la película tenga vigencia“, dijo el director. O’Donnel coincidió.
“Lo que demuestra esto es que nuestros enemigos son los mismos de siempre y que las batallas que ellos libraron son las mismas de hoy. Los imperios que nos acosan pueden cambiar de nombe o bandera, pero son los mismos”.
Por su parte, Capelli contó que el filme le llevó más de cuatro años de investigación y que recibió algunas críticas tras la proyección de parte de algunos espectadores por retratar a un prócer como San Martín como un mujeriego, en compañía de cinco mujeres distintas a lo largo de la película.
El largometraje tampoco tuvo una buena recepción por parte de la crítica presente en la muestra de cine argentino-europeo, que finaliza el domingo 13 de marzo.