La zona de University Valley, un valle de 1,5 kilómetros localizado a 1 700 metros sobre el nivel del mar en la Antártida no tiene vida. Foto: iNearing the cold-arid limits of microbial life in permafrost of an upper dry valley, Antarctica’.
Una de las curiosidades de la vida sobre la Tierra es que se ha demostrado su presencia en todo el planeta… hasta ahora. Un equipo de investigadores canadienses y estadounidenses demostraron que en la zona de University Valley, un valle de 1,5 kilómetros localizado a 1 700 metros sobre el nivel del mar en la Antártida, no existe presencia de animales, plantas o microorganismos.
Esta sería la primera vez en la que la ciencia se encuentra con la ausencia total de vida en una zona. Jacqueline Goordial , líder de la investigación publicada en el Diario de la Sociedad Internacional para la Ecología Microbiana , dijo en una entrevista para Radio Canadá Internacional que “encontramos que no había ninguna actividad microbióloga. Pudimos encontrar microorganismos, pudimos extraer ADN del suelo lo que nos permitió identificar a los microorganismos, pero después de realizar numerosas pruebas no pudimos encontrar realmente ninguna evidencia de microbios resistentes, en lugar de ello estaban inactivos o muertos”.
Esto resultaría una piedra en el camino en el proceso de colonización de planetas como Marte, cuya superficie es similar a la de University Valley, con un panorama extremadamente seco y frío.
De hecho, las investigaciones de Goordial se desarrollaron en el marco de un programa de cooperación científica con el programa NASA ASTEP para la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías en la exploración astrobiológica.
“Al empezar el estudio, estábamos seguros de que íbamos a detectar un ecosistema microbiano viable en los suelos de permafrost de University Valley como nosotros y otros han hecho en el Ártico y el permafrost de la Antártida. Es duro pensar que es posible que hayamos llegado a un umbral frío y árido donde ni siquiera puede existir vida microbiana”, señaló Lyle Whyte, supervisor de Goordial en la Universidad McGill de Montreal.
“Además, si no podemos detectar la actividad en la Tierra, en un ambiente que está lleno de microorganismos, será extremadamente improbable y difícil de detectar dicha actividad en Marte”, añadió.
Para determinar la inexistencia de vida en el valle, los investigadores taladraron el permafrost medio metro. Si bien esto se ve como insignificante, la realidad es que el lugar es difícil de penetrar y los taladros no pueden parar de trabajar (al hacerlo, se congelaría la maquinaria por completo).
Trabajos de campo anteriormente realizados demostraron que en valles aledaños y sometidos a condiciones ambientales más extremas sí existen rastros de actividad microbiológica.
Es por ello que los resultados de Goordial llevaron a que Chris McKay, del Centro de Investigación Ames de la NASA, señalase que “University Valley tiene el suelo más frío y más seco que podemos encontrar en la Tierra“. Estas características serían de gran utilidad para la generación de astronautas que trabajarán en la conquista de nuevos mundos.
Entre las razones por las que no existe vida en este punto estaría la casi completa falta de agua en estado líquido. Combinado con un permafrost sin nutrientes y bajas temperaturas, todo esto serían factores en contra para la proliferación de microorganismos.