El presidente de Bolivia, Evo Morales, cerró el miércoles 17 de febrero de 2016 la campaña oficialista en La Paz con arengas a aprobar en el referendo del próximo domingo la reforma constitucional que le permita volver a ser candidato en las elecciones de 2019.
En su discurso, Morales pidió a sus seguidores que el domingo permanezcan “todos unidos para derrotar a los vendepatrias, todos unidos a garantizar” la continuidad del “proceso de cambio”, como llaman los sectores afines a su Gobierno.
Ratificó que “el pueblo está con el Sí” a la reforma constitucional y “el imperio está con el No”. En su discurso, Morales volvió a negar las denuncias por supuestos favores para adjudicar contratos estatales a una empresa china en la que trabaja una expareja suya.
También se quejó de cómo se ha desarrollado la campaña en la que, según dijo, primaron la “mentira” y el “insulto” por parte de los opositores hacia las autoridades nacionales.
“Cuando no tienen, no proponen nada. Pero sabemos que tienen algo y es volver al modelo neoliberal, a privatizar otra vez. Y cómo demostramos eso, cómo se justifica?
Cuando gana un neoliberal en Argentina, todos los de la derecha boliviana van a festejar el triunfo de la derecha en Argentina o en Venezuela”, sostuvo.
Volvió a cuestionar que el Gobierno argentino esté “quitando los beneficios sociales, las conquistas sociales” y haya dispuesto una subida de tarifas de algunos servicios básicos.
Miles de campesinos, indígenas y obreros afines al Gobierno, además de empleados estatales, se reunieron en la avenida Costanera de la zona sur de La Paz para el cierre de campaña de Morales, que asistió al evento junto al vicepresidente Álvaro García Linera y a varios ministros y parlamentarios oficialistas.
Para el cierre de campaña, los seguidores de Morales cortaron desde el martes en la noche el paso por la Costanera sin permiso de la Alcaldía de La Paz, en manos del opositor Luis Revilla, lo que ocasionó caos en horas tope en al menos cuatro barrios paceños.
Más de 6,5 millones de bolivianos votarán el domingo a favor o en contra de una reforma constitucional planteada por el oficialismo para permitir que Morales y García Linera vuelvan a postular en las elecciones de 2019 en busca de un cuarto mandato consecutivo hasta 2025.
Aunque la Constitución permite solamente dos mandatos consecutivos, la postulación de ambos gobernantes en los comicios de 2014 fue posible gracias a un fallo del Tribunal Constitucional que avaló que el primer periodo de Morales y García Linera (2006-2010) no cuenta porque el país fue refundado en 2009.
Según lo establecido por el órgano electoral, hoy deben concluir todas las campañas a favor y en contra de la reforma constitucional y desde el viernes los bolivianos ingresarán en una etapa de reflexión antes de concurrir a las urnas el domingo.