Carlos, César y Nicolás Pérez se levantaron de sus sillas y se acercaron al presidente Rafael Correa. Se estrecharon las manos antes de salir del salón. “Viéndonos a los ojos nosotros dijimos únicamente ‘Señor Presidente’, a lo que él respondió‘lo siento mucho’”.
La escena ocurrió cuando los directivos de diario El Universo abandonaban el auditorio de la Dirección Provincial del Consejo de la Judicatura, en Guayaquil. Nicolás, el menor de los hermanos Pérez, relataba el momento en tiempo real en su cuenta Twitter. Era un testimonio de primera mano en la audiencia de juzgamiento que fue reservada.
Minutos antes, la abogada de los Pérez, Mónica Vargas, leyó una carta dirigida al presidente Correa, donde los directivos del medio ofrecían una rectificación al artículo ‘No a las mentiras’. El texto de autoría del ex editor de Opinión, Emilio Palacio, generó una demanda por supuesta injuria calumniosa. En la querella judicial los abogados del Presidente acusaron a la Compañía Anónima El Universo, a los tres directivos y al autor del artículo.
En el texto, los Pérez recordaron que “usted nos ha exigido que rectifiquemos dicho artículo, advirtiéndonos que ‘Si la empresa quiebra será porque El Universo no rectificó’”. En aras de evitar una catástrofe, el ofrecimiento fue que Rafael Correa “haga llegar el texto de la rectificación exigida para disponer su reproducción íntegra en El Universo, en el día y espacio que usted señale”.
Nicolás Pérez relataba en su cuentaTwitter que el Presidente escuchaba atento la lectura de la carta. Los directivos esperaban que con ello se pusiera fin al juicio. Minutos después los tres hermanos abandonaron la audiencia, pues el abogado acusador, Alembert Vera, no aceptó el pedido de reconciliación.
Así, el juez Juan Paredes, encargado del Juzgado Décimo Quinto de Garantías Penales, dio paso al resto de la diligencia. El Presidente se mantuvo desde el inicio, a las 10:00, hasta las 16:00, en que concluyó. Él no intervino en la audiencia, como no lo hicieron los querellados. Los abogados Gutemberg y Alembert Vera, padre e hijo, plantearon la querella y pidieron tres años de prisión para los acusados y una indemnización de USD 80 millones. Según los juristas, si bien Palacio fue el autor del delito, el medio de comunicación fue la parte “coadyuvante” para que se cometiera.
El artículo ‘No a las mentiras’ se refirió a los hechos del 30 de septiembre, sobre la insubordinación policial. En una parte Palacio mencionó que “un nuevo presidente, quizás enemigo suyo, podría llevarlo ante una corte penal por haber ordenado fuego a discreción y sin previo aviso contra un hospital lleno de civiles y gente inocente”.
El secretario de Comunicación, Fernando Alvarado, relataba -a través de su cuenta Twitter- que el abogado Vera analizaba el texto. Alvarado, junto al gobernador del Guayas, Roberto Cuero, otros funcionarios y la hermana del Presidente, Pierina Correa, copaban el auditorio. Los querellados y sus acompañantes solo sumaban 12 personas. Al salir de la audiencia, a las 10:15, Carlos Pérez Barriga, director de El Universo, dijo que el ambiente en la audiencia había sido tranquilo y seguro. Incluso de respeto, todos se pararon cuando llegó Correa.
“Simplemente nosotros conciliamos y ellos no quisieron”. Explicó: “No hemos escrito el artículo, yo no puedo decir rectificar. Pedimos al Presidente que escriba la carta y firmamos, que nos haga decir lo que quiera…”.
Horas más tarde Correa dijo que el ofrecimiento de rectificación llegó“demasiado tarde”. Debió ser al siguiente día del artículo publicado el 6 de febrero. “Se presentó una carta de los señores Pérez diciendo que están dispuestos a rectificar como yo quiera. ¡Demasiado tarde! El momento de los caballeros que amamos la verdad, que tenemos ética pasó hace mucho tiempo”, dijo.
En la planta baja del Consejo de la Judicatura dio una rueda de prensa, a las 16:10. Para el Primer Mandatario, la carta de los directivos es “extemporánea”. “Jamás debió ocurrir una barbaridad así. Y si ocurría tremenda difamación, calumnia, a la verdad histórica, al día siguiente debía rectificar el diario”.
Según Correa, los directivos permitieron que Palacio publicara el artículo, ya que “el abuso y la cobardía de un sicario de tinta escondido detrás de un tintero, para humillar, denigrar, enseguida un medio decente debió desmentir tamaña patraña. Nunca lo hizo El Universo”.
Pero en el enlace del sábado pasado, había dicho que “todo se acababa si rectificaban la mentira que publicaron y son tan soberbios que no han querido rectificar a pesar de que ya sabe todo el mundo que es mentira”.
Durante la audiencia León Roldós, abogado defensor de Emilio Palacio, reclamó por la negativa de una de las juezas que llevó la causa a despachar el pedido de pruebas. Lo que considera un “absoluto estado de indefensión” para la audiencia de ayer.
Para la diligencia, los querellados habían pedido la comparecencia de 12 testigos, entre ellos el ex presidente Gustavo Noboa, columnistas y periodistas de otros medios. Pero en el salón solo estuvo María Josefa Coronel, aunque no rindió su versión. Uno de los abogados mencionó que fueron amenazados.
Tania Tinoco, de Ecuavisa, fue a las 11:00 al edificio, pero no como testigo: “Jamás recibí una notificación…”. Cuando llegó a la Judicatura militantes de Alianza País se alteraron: “Periodista pelucona, ándate a vivir a Miami”. Ella tuvo que irse del sitio. Además, los columnistas Francisco Febres Cordero y Xavier Bonilla y Gustavo Noboa dijeron que no recibieron las notificaciones.
Mientras Emilio Palacio salía de la audiencia, simpatizantes del Gobierno lo agredieron, pese a que tenía resguardo policial. Un militante le lanzó un huevo que le cayó en la camisa, mientras otros lo insultaban, como ocurrió en la mañana. Luego caminó varias cuadras con protección de policías con escudos.
La propuesta de rectificación que planteó El Universo
Señor Presidente:
Como es de dominio público la querella criminal que Ud. ha iniciado tuvo su origen en un artículo de opinión (“No a las mentiras”) de Emilio Palacio.
Usted nos ha exigido que rectifiquemos dicho artículo, advirtiéndonos que “Si la empresa quiebra, será porque El Universo no rectificó”.
Se encuentra en juego la supervivencia de una institución que la familia Pérez ha dirigido por casi 90 años, uno de los baluartes de la libertad de expresión, (…) reconocido por su espíritu democrático por casi todas las tendencias políticas, pero paradójicamente atacado por casi todos los gobiernos.
Está también en juego la estabilidad de más de 4 000 personas que dependen de la libre circulación del diario(…).
En aras de evitar la catástrofe que usted ha anticipado, nos sentimos en el deber de asumir las acciones que sean necesarias para impedirla.
Sin embargo, siendo para nosotros imposible rectificar afirmaciones que no fueron nuestras –y sin poder anticipar que la rectificación que hagamos coincida con su pensamiento– le ofrecemos que nos haga llegar el texto de la rectificación exigida para disponer su reproducción íntegra, en el día y espacio que usted señale.
Si usted decide no aceptar nuestra propuesta, que sirva esta carta como cumplimiento a su exigencia.
Esperamos que con este ofrecimiento –hecho en la etapa procesal pertinente– usted ponga fin a este juicio.