El dominicano Víctor Estrella Burgos fue recibido como un héroe ayer, al arribar a su país con el título del ATP quiteño. Foto: Paúl Rivas / EL COMERCIO
Para Manuel Maté y Fabricio Valdivieso, organizadores del ATP 250 de Quito, el principal paso que este año dio el torneo fue su consolidación nacional e internacional.
“Dimos un paso importante en ganar identidad propia. Los quiteños y ecuatorianos ya sienten al torneo como propio”, explicó Valdivieso, quien se mostró satisfecho con la respuesta del público.
Para este año se realizó una inversión económica para incrementar en 500 asientos la capacidad del aforo de la cancha central, además de la implementación de suites, cabinas de transmisión de medios y mejoras en el envío de datos por Internet.
Los primeros informes que emitió la ATP han sido favorables, aunque Valdivieso y Maté aseguran que incorporarán nuevas ideas, con base en la organización en otros torneos.
“Lanzarse al agua junto a los pasabolas ya es una tradición del campeón, al igual que el trofeo, diseñado por el maestro Oswaldo Guayasamín, el cual tiene su historia de haberse entregado en 20 Challengers.
El torneo evolucionó y el trofeo debía seguir esos pasos también”.
En la primera edición del evento se entregó un colibrí como trofeo, pero para este año se retomó el trofeo que se entregaba en los Challengers.
Maté y Valdivieso confesaron que este año la organización estuvo mejor, porque contó con más tiempo para preparar hasta los detalles mínimos, a diferencia de la primera edición, donde la ATP aprobó la organización del torneo el 24 de agosto del 2014, en reemplazo del evento que se desarrollaba en Viña del Mar, es decir, tuvieron 161 días para organizar un torneo con todas las exigencias de la ATP.
“Para analizar los resultados de este año, se contrató a las empresas Escopusa y SMG Inside, para que nos brindaran mayor información del impacto del torneo. La primera firma monitoreó la trascendencia de las marcas auspiciantes a escala nacional, mientras que la segunda, con sede en Londres, lo hizo a escala internacional”.
Valdivieso añadió que este año el evento pudo ser visto en directo en 190 países, a diferencia de la primera edición, que llegó a 180 países a través de la señal de Fox Sports.
Una de las exigencias de la ATP es que la organización incremente en un 6% los premios cada año.
Para cumplir con esta exigencia se esperarán los informes de Escopusa y SMG Inside en las próxi-
mas tres semanas, para establecer nuevas estrategias que logren financiar el incremento de los premios.
Uno de los niveles de trascendencia internacional lo dio el propio bicampeón del ATP quiteño, Víctor Estrella Burgos, quien arribó la tarde de ayer a República Dominicana y lo recibieron como todo un héroe, mientras descendía de la aeronave, en el aeropuerto internacional Cibao.
Otro ejemplo de impacto
lo dio el argentino Renzo Olivo, quien fue recibido como toda una celebridad en el Buenos Aires Lawn Tennis Club, luego de eliminar en primera ronda en Quito, al español Fernando Verdasco.