Carlos Montenegro y Wilson Freire, catedráticos de la Universidad Politécnica Nacional, denunciaron que en el padrón para la consulta se incluyó a dos millones de personas que fallecieron o residen en el exterior.
Para corroborar su denuncia, los profesores presentaron una solicitud en el Registro Civil. Lo hicieron para que se les entregara los datos de los votantes y de esta manera tener acceso al archivo de los ciudadanos que votarán.
Según los catedráticos, estos registros servirán para cruzar datos y comprobar si en el padrón del Consejo hay un excedente.
El director del Registro Civil, Paolo Rodríguez, recibió ayer a los denunciantes y les aseguró que tendrán una respuesta a su pedido. El funcionario explicó que el problema para separar del padrón a las personas fallecidas o que viven en el exterior es una herencia de varios años atrás. Manifestó que el sistema para la inscripción era obsoleto y hace un año se trabaja con nuevo método .
Por su parte, el presidente del Consejo Electoral, Omar Simon, aseguró que antes había una inscripción manual en el Registro y cuando esos datos se pasaron a un sistema informático hubo errores. Simon, además, sostuvo que “es imposible que los muertos puedan votar” y por lo tanto, los resultados no serán afectados.