Alberto González en un entrenamiento en el 2015. Foto: EL COMERCIO
Después de mantenerse 10 años en actividad, Alberto González decidió retirarse del ciclismo de montaña para dedicarse por completo a los estudios universitarios. Su decisión la anunció la noche del sábado 16 de enero, tras participar en la carrera El Barranco, que cada año reúne a los mejores ciclistas azuayos.
Desde el 2008, en diferentes categorías, se convirtió en el mejor ciclomontañista del país. Entre sus éxitos se destaca el vicecampeonato panamericano Sub 23, obtenido recientemente en Argentina. Hace tres años, por sus resultados internacionales, ingresó al Plan de Alto Rendimiento del Ministerio del Deporte. Permaneció 24 mesesen la categoría D y uno en la E.
González, en la actualidad, sigue materias del séptimo y octavo ciclos en la carrera de Administración de Empresas en la Universidad del Azuay. Por las competencias y los campamentos, no asistió normalmente a clases y en algunos casos se vio obligado a retirarse.
Para el ciclista de 24 años, lo más complicado de estudiar y entrenarse era entre febrero y julio, por el número de competencias y base de entrenamientos. En cambio, el semestre de septiembre a febrero le resultaba menos estresante, podía hacer las dos actividades sin complicaciones.
Le falta un año y medio para obtener su título profesional y por ahora, no piensa volver al ciclismo de alto rendimiento tras terminar sus estudios superiores. “Como hobby puedo hacerlo”. Luego de insistir que se retira por sus estudios, el pedalista confiesa que esa decisión se planteó hace un año.
Su última competencia internacional fueron los Panamericanos de Toronto, Canadá. Allí se ubicó décimo. En agosto del 2015 participó por última vez en el Nacional de Cross Country y Maratón de Ciclismo de Montaña, que se cumplió en Salinas. Fue el ganador de la medalla de oro en la categoría élite.
El medallista de bronce latinoamericano, en Júnior, terminó 30 en la Copa Mundo del 2012 en Windham, Estados Unidos. Esa es su mejor ubicación a escala mundial. Un año antes fue sexto en el Panamericano de Colombia.
González tenía como entrenador al español Boris Campos, quien enviaba los planes de entrenamiento por correo electrónico. Su asistente, Uri Mipja, también español, sugirió al ecuatoriano que lo pensara bien antes de tomar una determinación. “Me dijo que no me apresurara en mi decisión, porque todavía soy joven”.
Gracias al ciclismo de montaña, el seleccionado nacional visitó República Checa, Alemania, Sudáfrica, China, Francia, Suiza, Estados Unidos, Canadá y España. En este último país permanecía hasta tres meses porque en Barcelona hacía los campamentos.
Sobre sus posibles sustitutos, González nombra a William Tobay y Cristian Caivinagua, quienes se encuentran en excelentes condiciones. Para que puedan triunfar espera que haya un mejor seguimiento y control del Ministerio del Deporte.
Se retira con cierta frustración por no obtener el cupo a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, Brasil. En su criterio, era difícil lograr el cupo porque se tenía que sumar en equipo y solamente él competía a escala internacional.
Su padre, Alberto González, apoya la decisión de ‘Beto’. “Era pesado estudiar y entrenar. Sus compañeros ya están graduándose y a él le falta un año y medio”. Él anhela que su hijo, tras obtener el título profesional, vuelva a las pistas.
Según González, su hijo estuvo cerca de clasificar a los Olímpicos. En el Panamericano de Ciclismo de Montaña de Colombia, el año pasado, debía terminar entre los seis mejores para lograr el objetivo. Iba sexto hasta la penúltima vuelta, pero en el último giro “sufrió calambres y fue superado por un costarricense”. Allí se entregaban dos cupos a ciclistas de países sin cupos olímpicos.