Cuba busca su “independencia energética” en tiempos de crisis global, con un programa de exploración petrolera en el Golfo de México y la ampliación de su capacidad de refinación, este último objetivo con la ayuda venezolana.
La entidad estatal petrolera cubana Cubapetróleo (Cupet) anunció a mediados de año que se propone producir alrededor de 28 millones de barriles de petróleo en todo 2011. Rafael Tenreyr, dijo a la televisión estatal que ello resolverá la mitad de las necesidades del país.
En 2010, este país resolvió alrededor de un 46% de su demanda con una producción de 21,4 millones de barriles de petróleo.
Por el momento, y con cinco refinerías en operaciones, dos de ellas en expansión y otra en construcción, el mercado cubano resolvería sus necesidades de gasolina y otros derivados del petróleo.
Pero el objetivo petrolero cubano más esperado por las autoridades es la extracción en la zona económica exclusiva (ZEE) que administra en el el Golfo de México.
Un eslabón que parece decisivo en ese plan es la llegada de la plataforma petrolera Scarabeo 9, construida en China y propiedad de la compañía italiana de servicios Saipem, que será utilizada por la española Repsol YPF en operaciones en aguas profundas en la zona económica cubana del golfo.
Ante el programa se levanta la enemistad de Estados Unidos, que aplica un embargo, o bloqueo como lo describen los cubanos, de medio siglo sobre Cuba.
El gobierno estadounidense exigió a Repsol conversaciones que, según fuentes de la empresa, resultaron en promesas del grupo español que cumplirá con requisitos ambientales de Estados Unidos cuando realice las perforaciones en aguas cubanas con la Scarabeo-9.
El argumento de Washington es su preocupación por la explotación del crudo en el golfo tras el gigantesco derrame de un pozo de la British Petroleum en 2010.
Sin embargo, fuentes en la capital estadounidense mencionan las presiones al respecto sobre el gobierno del presidente Barack Obama, por congresistas influyentes de origen cubano, anticastristas, que buscan frustrar las extracciones del crudo de Cuba en el golfo.
El temor de estos sería que una cooperación petrolera entre Washington y La Habana en esa zona marítima sea un golpe de gracia, a corto plazo, al embargo de medio siglo que esos congresistas quieren fortalecer o al menos mantener.
Alianza entre Venezuela y cuba amplía capacidad de refinación de crudo
Una asociación con capitales estatales de Cuba y Venezuela, trabaja en tres provincias de la isla del Caribe en la expansión de dos refinerías de petróleo y la construcción de otra, en un programa para incrementar la capacidad energética cubana, según una fuente oficial.
Ese proceso corre paralelo con los planes del gobierno cubano de llegar a explotar yacimientos ya descubiertos en la zona económica que administra en el Golfo de México y que divide en diez bloques con concesiones para operar a compañías de varios países.
La española Repsol se encargará de los trabajos en aguas profundas.
Radio Rebelde, emisora cubana de alcance nacional, anunció que una asociación denominada PDVSA-Cuba hace trabajos de expansión en las refinerías de Cienfuegos, en la costa sur del país, la de Santiago de Cuba, en el este, y de la construcción de una tercera en la provincia occidental de Matanzas.
Héctor Pernia, director de la asociación dijo a la emisora que el programa incrementará “la capacidad productiva para asegurar la futura independencia energética de la Isla”. “Estos proyectos diseñarán un cambio en la matriz energética del Caribe, pues se estará transitando de un parque refinador que no llega a 100 mil barriles diarios a uno que supere los 350 mil”, aseguró Pernia.
La refinería de Cienfuegos, una instalación de tecnología soviética que estuvo paralizada por años, tiene, tras una reconstrucción con participación venezolana y reinauguración en 2009, una capacidad de producción de 65 mil barriles diarios, con un esquema de conversión mediana.
La firma PDVSA-Cuba la llevaría a 150 mil con el montaje de un mecanismo de conversión profunda, anunció.
La refinería en construcción en Matanzas, sería la quinta de su tipo en Cuba. Una ventaja en esa provincia es que tiene un puerto de buques súper tanques y un oleoducto también de la era soviética.
Otra de las obras que se ampliarán, la refinería Hermanos Díaz, de Santiago de Cuba produce como derivados gas licuado, kerosene, nafta, asfalto, gasolina y diesel.
Cuba resuelve con petróleo propio alrededor de la mitad del que consume al año, pero sus planes sobre el Golfo de México cuentan con reservas que fuentes sitúan en más de 20 mil millones de barriles.
El país espera actualmente la Scarabeo 9, una plataforma petrolera semisumergible de sexta generación, construida en China y propiedad de la compañía italiana de servicios Saipem.
Según informaciones locales, esta podría comenzar a operar en algún momento después del 30 de noviembre próximo, cuando finaliza en el Caribe la temporada de huracanes.
Las próximas operaciones de la Scarabeo 9 que llevará a cabo la firma española Repsol en las aguas económicas cubanas del Golfo son, sin embargo, vigiladas por el gobierno de Estados Unidos, que aplica un embargo de medio siglo a Cuba y se dice preocupado por posibles accidentes a partir de esas perforaciones.