Las secciones de las jugueterías están delimitadas por el género de los niños. Foto: Archivo EL COMERCIO
Los adultos que visitan jugueterías en esta temporada navideña tienen en cuenta el género de los menores y sus gustos al momento de seleccionar los regalos.
En los pasillos de estos almacenes se puede encontrar a padres, tíos, abuelos, amigos buscando una opción acertada de juguetes. Los colores de los stands sirven como orientación para ir al lugar considerado indicado.
En un almacén del norte de Quito, entre una de las estanterías, donde predominaba el rosado, se encontraba Ricardo Delgado. Él es padre de familia de dos pequeños: Valentina, de 4 y Diego, de 9 años. La niña le pidió un príncipe y una princesa y, el niño, una figura de ‘Star Wars‘. Pero la búsqueda no fue tan sencilla.
Encontrar al príncipe le tomó varios minutos. Al recorrer los stands el muñeco que más se acercaba a estas características era un ken con traje formal. “En los juguetes de niñas, los hombres son accesorios”, comentó entre risas.
En los pasillos que ofrecen artículos para hombres sucede lo contrario. Los soldados, héroes, carros, aviones y policías, entre otros destacan entre el resto de objetos. Por esto Delgado consideró que casi no existen juguetes ‘unos ex’. Incluso en los rompecabezas y legos se incluyen figuras dirigidas a niñas o niños. “Es difícil que mi hija pida algo de la Guerra de las Galaxias. Eso es muy de hombres. Las diferencias están bien marcadas”, expresó Delgado.
Para Federico Ruiz, otro comprador, estas premisas fueron también consideradas al buscar los regalos. Él mencionó que los juguetes son standard solo en el caso de los bebés. Luego existen diferencias entre niños y niñas. “Es complicado que los varones pidan por Navidad juguetes de mujeres o viceversa. No es machismo“, dijo.
Daniel Núñez, otro padre de familia, enfatizó que si bien se ofertan juguetes para niños y niñas, él no tendría prejuicios si un varón solicita una muñeca de regalo. “No tendría problemas y le obsequiaría lo que me pida. Eso no determina nada”.
Al momento de seleccionar los juguetes debe prevalecer el interés de los niños, no los temores de los padres. “No existen juguetes solo para niñas o niños. Esto genera roles y afecta a la convivencia cotidiana”, sostuvo Carmen Alcívar, psicopedagoga.
La especialista explicó que los niños piden juguetes según sus necesidades y creatividad. “Hay papás que creen si su hijo le pide una muñeca se va a hacer gay y es lo peor del mundo. Esto es infundado”.
Alcívar recomendó a los padres concientizar sobre los prejuicios que impiden dar cierto tipo de juguetes y tomar en cuenta que los niños están explorando. Fredy Lobato, activista Lgbti, coincidió con este punto de vista. Él mencionó que no cree que el tipo de juguetes que se regale a los niños influya en la orientación sexual que tengan en el futuro.
Lobato recordó que cuando era niño le regalaban carros y también los muñecos de la Guerra de las Galaxias. Pero también jugaba con su hermana con las barbies.
“Yo considero que decir que hay juguetes para hombres y mujeres son cosas de la ‘heteronormatividad’ y del orden social que se te imponen. Hay que reconstruir ese discurso que marca roles. Yo veo que a todos les gusta la Pepa Pig“.