En El Aguacate se hizo la evacuación de planteles educativos, del Hospital Básico. En el Coliseo se reunieron los policías. Foto: Pavel Calahorrano / EL COMERCIO
En la evaluación del simulacro provincial por el volcán Cotopaxi se identificaron dos puntos por superar: la coordinación entre autoridades y la difusión a la comunidad. Estos serían los ejes en los que se trabajará para mejorar las acciones de prevención en caso de una erupción del coloso.
Alrededor de las 08:00 se inició el simulacro en Quito, Rumiñahui y Mejía (Pichincha). Hubo dos escenarios relacionados con el cambio de alerta de amarilla a naranja y luego a roja. Se hicieron varias actividades, pero no hubo afluencia masiva de personas.
Una de las primeras fue la evacuación de la comunidad, efectuada en seis sectores: La Paz, Copedac, San Fernando, (Rumiñahui); Mirasierra y San Gabriel (Quito); Loreto del Pedregal (Mejía). En Copedac, ubicada cerca del río Santa Clara (afluente por el que bajarían los lahares), salieron unas 10 personas. A este lugar llegaron efectivos de los cuerpos de rescate: 55 miembros de las Fuerzas Armadas, Policía Nacional y Cruz Roja. En total, participaron 2 275 efectivos de la Policía y 108 militares.
Gustavo Baroja, prefecto de Pichincha, señaló que los simulacros sirven para la preparación a la comunidad y para medir respuestas. Pese a esto, reconoció que es necesaria una mayor coordinación entre autoridades para evitar inconvenientes y mejorar acciones.
En este punto coincidieron Juan Zapata, secretario de Seguridad de Quito, y Diego Trujillo, director de Riesgos del Municipio de Rumiñahui. Ambos no estuvieron en la rueda de prensa donde se hizo el balance del simulacro provincial, ya que gestionaron acciones desde sus comités de operaciones y emergencias. Dijeron que se debe fortalecer el trabajo entre entidades. Lo importante es que las personas estén preparadas.
En el ejercicio, además, participaron negocios como River Mall, Enkador, Andina, Molinuco, Secret Garden… En el primero participaron cerca de 108 personas. Luego del sonido de la alarma del establecimiento, los trabajadores salieron de sus locales e islas y fueron a los puntos seguros: el parque Juan de Salinas y El Turismo. Juan Pablo López evacuó hacia el segundo sitio. Para él, los simulacros deben seguir hasta que se vea una preparación real.
En la autopista General Rumiñahui se vieron filas de automotores tras el cierre por el simulacro. Foto: Pavel Calahorrano / EL COMERCIO
Los sector educativo y de la salud también se hicieron presentes. Participaron 5 224 estudiantes, 260 docentes y 27 administrativos, pertenecientes a 12 planteles educativos. De estos cuatro están en Mejía, seis, en Rumiñahui, y dos en Quito. Se activaron 10 albergues. Así lo detalló el prefecto Baroja. Mientras que cuatro centros de salud fueron evacuados en Rumipamba, San Fernando, Selva Alegre y Aloasí.
Luis Molina, dirigente del Comité de Gestión de Riesgos de Selva Alegre, explicó que es necesario que haya más coordinación entre las autoridades y la comunidad. “Tenemos que exigir acciones concretas para enfrentar estos eventos naturales. Falta mucho trabajo como la colocación del sistema de alerta temprana, el trabajo con la comunidad y demás”.
El mismo sentir lo reflejó Mónica Alvear, otra dirigente. Para ella fue evidente la falta de coordinación entre autoridades. “Falta voluntad política y deseos de trabajar con los comités comunitarios. Se debe fortalecer ese campo”.
Trancón en la autopista
Cerca de las 09:00, la autopista General Rumiñahui (conexión Los Chillos-Quito) registró una congestión vehicular fuerte. Los puntos conflictivos fueron El Trébol, el peaje, los puentes 3 y 9. El motivo: el cierre del carril en sentido Quito-Los Chillos. Lo que provocó malestar en las personas que iban hacia el valle.
Martín Larco esperó cerca de 40 minutos en la vía. A las 10:15, el joven seguía en el trancón. “No sabía del ejercicio, por lo que no alcancé a una prueba. Se deberían abrir más canales de comunicación con quienes vivimos y estudiamos aquí”.
Este viernes 27 de noviembre se prevé que se realice el simulacro nacional (Pichincha, Napo y Cotopaxi). Habrá cambios como la evacuación en todas las instituciones educativas de las zona de influencia por el paso de los lahares. Además, ya se contaría con el sistema de alerta temprana para que la ciudadanía sepa qué hacer.
En contexto
Luego de los simulacros, las autoridades deben hacer evaluaciones profundas para determinar los pros y contras de estos ejercicios. El objetivo central debe ser la preparación de la ciudadanía frente a una eventualidad del volcán. Es necesaria una coordinación.
No olvide
Manténgase informado de la situación del volcán Cotopaxi por medio de las páginas oficiales. Mantenga la calma y esté preparado.
Recorra las rutas de evacuación para que tenga conocimiento de los lugares hacia dónde ir en una evacuación real y simulacros.
Afine su plan familiar de emergencias, para que tenga conocimiento de los sitios de encuentro en caso de una eventualidad.
Participe en los simulacros que se realizan y solicite nuevos eventos en los sectores que están en sitios vulnerables y de influencia.