Varios familiares hicieron una oración por el joven asesinado en el norte de Quito. Foto: Galo Paguay/El Comercio
A las 16:30 llegaron a las instalaciones de Medicina Legal (norte de Quito), los familiares del joven asesinado a pocas cuadras del colegio donde estudiaba, en la av. Gaspar de Villarroel. Luego de tomarse las manos y rezar un padre nuestro contaron que cursaba el segundo año de bachillerato. Su sueño era graduarse y seguir en la universidad la carrera de Ingeniería Industrial.
El chico, de 16 años, era el último de tres hermanos y vivían con su padre. La madre del menor vive en España y también recibió la noticia; en las próximas horas arribará al país.
Fabiola G., prima del joven recordó que era un chico tranquilo y que no tenía problemas con nadie. La noticia de su muerte les llego a las 15:00, cuando un vecino lo vio acostado en el pavimento en medio de una multitud.
Luego, los familiares conocieron que había sido apuñalado en el pecho por dos personas, cuando presuntamente intentaban robarle un teléfono de alta gama. Sin embargo, los presuntos responsables huyeron sin llevarse ninguna pertenencia. Sus parientes exigen que se investigue el caso para descartar un asesinato por otras causas.
Tanto el teléfono como la mochila están en manos de las autoridades. Además, señalan que en la zona en la que falleció el joven existe una cámara de seguridad que debió captar el momento en el que fue atacado.
A la hora de la tragedia, el chico salía de clases y se dirigía a tomar un bus para ir a su casa en Calderón, en el norte de la ciudad.
El padre del menor y su hija pusieron la denuncia en la Fiscalía y al momento esperan en las afueras de la morgue hasta que terminen los trámites correspondientes para posteriormente realizar su velatorio.