Los auténticos ‘testigos de Cristo’, con una fe inmensa, respetan al ser humano dotado de talentos especiales y que son capaces de hacerlos fructificar por el bien común. Lastimosamente, muchas de las veces son tentados por el hedonismo. No hay que confundir el éxito material con el bienestar y la paz interior. Stephen Hawking, científico declarado ateo, matemáticamente comprobó la alineación perfecta entre el Sol y la Tierra, que da lugar a la existencia de un ser superior.
Los creyentes estamos llamados a ser humildes y tener un profundo amor hacia el prójimo. Si el Sr. García Herreros expresa su decepción por algún sacerdote, el papa Francisco exhorta a todos a buscar al verdadero misionero en esta tierra. Estoy segura que encontrará en ellos una fuente inagotable de virtudes y que están dispuestos a servir de corazón sin esperar nada a cambio.