De pronto, la crisis económica se convirtió en una oportunidad política para el correísmo. El Gobierno ha entrado por el momento en una etapa de serenidad, bajando su tono de confrontación. Mientras que el proyecto de las alianzas público-privadas se ha vendido como la receta idónea para atraer inversión y capitales.
Entonces, todos hablan de lo importante que es arrimar el hombro para llevar la economía a buen puerto. Todos: el oficialismo, los empresarios, los medios y los políticos.
Uno de ellos es el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, quien dejó de lado las estridentes críticas al Presidente para ahora señalar que en tiempos de crisis no es importante la política electoral y peor la politiquería.
La tesis de Nebot, que incluyó un apretón de manos a Correa a propósito de las fiestas octubrinas, es enfocarse en el problema económico y, sin dejar de ser crítico, reconocer cuando el Gobierno tome medidas pragmáticas por encima de la ideología.
Así, la crisis económica les hace el milagro. Nebot aplaudirá cada vez que sus conceptos sobre inversión privada calen en un Gobierno que por años fue renuente a ello, mientras que Correa no tendrá que preocuparse por las críticas políticas del Alcalde, mientras allana su camino hacia la nueva reelección presidencial en el 2017. Total, ambos personajes se disputan en Guayaquil el mismo electorado.
Nadie puede negar que la economía es un problema vital para el Ecuador. Pero ello no quiere decir que, de pronto, el país deba olvidarse de la grave crisis política que también atraviesa: golpes a las libertades, control total de las funciones del Estado, caudillismo, instituciones debilitadas, cero fiscalización, etc.
Pocos políticos como Guillermo Lasso o César Montúfar proponen atacar ambos temas a la vez, pues creen que el desorden económico es consecuencia del caudillismo.
En cambio, si Nebot soslaya lo político ya no se verá como un opositor, quedando solo por confirmar si la airada promesa de Cynthia Viteri, de rodear la Asamblea Nacional para impedir las enmiendas, se cumple.