Ecuador es el más grande exportador de palmito del mundo, por su calidad, el costo de la tierra y otras variables, pero siendo los mayores y casi únicos exportadores se ha declarado una guerra de precios entre nuestros exportadores. Ministro de Comercio Exterior, Ministro de Agricultura, esta guerra afecta directamente al pequeño productor porque al pelear por vender su producto el único ganador es el comprador internacional, que juega al gato y el ratón con los cinco exportadores. El uno, un grande, quiere mantener su tamaño de mercado y los chicos quieren quitarle mercado, pero al final el que pierde por falta de una política clara es el productor. Acuérdese, el exportador nunca pierde, transfiere sus costos al productor.
En los últimos tres años ya han cambiado de actividad o han quebrado, más de 2 000 hectáreas de cultivos de palmito. Los altos costos de los fertilizantes, los sueldos duplicados desde el 2008, y un producto que se vende a los mismos precios que en el 2005 están afectando el precio que ya llega a rangos entre 20 y 25 centavos por tallo, que es menor al precio de producción para los pequeños productores hasta de 50 hectáreas. Hablan de apreciación del dólar, hablan de baja en la demanda. Ninguno de estas variables en más nociva que la falta de acuerdos y cuotas que afectan al precio de nuestro producto que debería estar por lo menos 4 dólares por arriba por caja vendida. Están quebrando al pequeño productor por la falta de colaboración y comunicación, somos los más grandes exportadores de palmito del mundo. Ya basta.