La Junta de Política y Regulación Monetaria y Financiera dio marcha atrás a la decisión de obligar a la banca a entrar obligatoriamente en el sistema de dinero electrónico.
El organismo, vía resolución 106-2015-M, reformó esa decisión y resolvió que las entidades del sistema financiero privado y del sector popular y solidario se incorporen de manera voluntaria como Macro Agentes del Sistema de Dinero Electrónico.
La decisión se tomó el 22 de julio pasado, pero se remitió oficialmente a la banca privada la noche de ayer, 10 de septiembre del 2015, según comentó hoy el presidente Ejecutivo de Banco Pichincha, Antonio Acosta, en entrevista con Radio Democracia.
En mayo pasado, la Junta había dado un plazo de entre 120 y 360 días para que bancos, cooperativas y mutualistas se incluyan como macroagentes en el sistema de dinero electrónico del Banco Central del Ecuador (BCE); es decir, como sitios donde la gente puede hacer cargas y descargas de dinero electrónico.
Aunque el Banco Central del Ecuador (BCE), a cargo del sistema, aclaró que esa obligatoriedad solo era para los bancos en el momento de prestar el servicio y no para la gente, la decisión no dejó de generar preocupación en el sector financiero privado.
En ese entonces, César Robalino, presidente de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (ABPE), señaló que eso suponía un cambio sustancial a la regulación del dinero electrónico, la cual estaba vigente desde noviembre pasado y que establecía, según entendió el sector, una participación voluntaria para todos los actores.
Robalino indicó también en ese entonces que la banca nunca se ha opuesto al dinero electrónico siempre y cuando sea un medio de pago. Pero con la nueva resolución, dijo que había vuelto a renacer la preocupación de que el sistema se use para cubrir las necesidades fiscales o que se obligue a recibir en electrónico los salarios, bonos del Estado, etc.
La Junta también atendió esta preocupación y el mismo 22 de julio aprobó una resolución adicional que incorpora lineamientos generales para la gestión del sistema que establece que el sistema estará respaldado en dólares de los EE.UU. y prohíbe que el Central entregue dinero electrónico contra canje de cualquier tipo de títulos valores emitidos por entidades públicas o privadas.
Para Acosta, la decisión de quitar la obligatoriedad de ingreso al sistema para la banca es positivo. “Es un gesto importante de la autoridad. Si ya tenemos un mecanismo que está debidamente respaldado y podemos confirmar ese respaldo permanentemente ya puede haber entidades como Banco Pichincha al que represento que vean con interés este mecanismo de dinero electrónico”, dijo el ejecutivo.