Imagen referencial de padres de familia comprando útiles escolares para el nuevo año lectivo. Foto: EL COMERCIO.
Verónica Soria, madre de familia de 27 años, tiene previsto tomar vacaciones a mediados de agosto, y aunque está contenta porque pasará más tiempo con sus dos hijos, de 5 y 2 años, su semblante entristece pues no irá a la playa con su familia. ¿La razón? Ni ella ni su esposo ahorraron para viajar a Manta, como lo hicieron en agosto del 2014.
La mujer acepta que la economía en su hogar no está organizada y en esta época de vacaciones lo que espera es el pago de su decimocuarto sueldo para “salir aunque sea por la ciudad”. El pago de este beneficio es lo que “salvará” a Verónica porque el décimo de Marco Benítez, su pareja, ya está destinado para el ingreso a clases de David.
El hijo mayor de Verónica está por iniciar una nueva etapa en su vida. En septiembre empieza el primero de básica y, sin duda, dice la mujer, los gastos se incrementarán. “Estoy preocupada porque sé que el décimo de mi esposo no alcanzará, pero siempre encontramos una solución aunque sea endeudándonos”, señala Soria.
Carlos Mendoza, padre de familia, está un poco más tranquilo. Él y su esposa Michelle Bedoya tienen un hijo que también está por iniciar la primaria y respecto al dinero no se preocupan. En diciembre del 2014, con el pago del decimotercer sueldo llegaron a un acuerdo. Ellos decidieron destinar USD 300 cada uno para la adquisición de uniformes, pago de matrícula, pensión y útiles escolares de Sebastián.
Carlos menciona que en su hogar el monto de ahorro es mínimo, pero estaban conscientes que el ingreso a la escuela les demandaría mucho dinero y por eso ‘aprovecharon’ el sobresueldo de diciembre para ahorrar. “Es el único dinero extra que recibimos con mi esposa así que guardamos una parte y fue la mejor decisión”, dice.
De su parte, Michelle señala que espera que los USD 600 que tienen para los gastos de la escuela sean suficientes. “Ya me enviaron los costos de pensión y matrícula y solo ahí suman USD 250, me falta la lista de útiles, los uniformes y el transporte”.
Las situaciones que viven estas dos parejas se repiten en muchas familias. La escasa planificación ante eventos previsibles y la falta de ahorro son dos de los factores que amenazan y ponen en peligro cualquier economía, incluyendo la del hogar, señala el economista José Samaniego.
Para el experto, manejar las finanzas, no solo del hogar, requiere de ciertos principios básicos para evitar que haya un desequilibrio o fuertes crisis.
Como primer principio, Samaniego menciona a la planificación. Según el experto, la planificación se la debe realizar, de preferencia, a finales de año. Se debe tener en cuenta que durante el año hay ciclos de menor y mayor gasto y es necesario adoptar medidas previsorias para que en épocas de más egresos el hogar cuente con los recursos suficientes.
Con la planificación de la economía familiar se puede prever cuáles van a ser las necesidades de financiamiento específicas en épocas como vacaciones, donde hay mucho gasto, o en época de ingreso de clases por lo que el experto recomienda ahorrar durante el primer semestre del año, de enero a junio.
¿Por qué se recomienda ahorrar los primeros meses del año? Porque hay ingresos extras como el pago de utilidades, bonificaciones, menciona Samaniego.
Otro mes clave para el ahorro es diciembre porque hay un sueldo extra, bonos navideños, es una época de alto ingreso, dice el economista y recomienda guardar un 20% para cubrir gastos que vendrán el siguiente año como seguro de vida, Impuesto Predial, Impuesto a la Renta, matriculación del vehículo, entre otros.
Para Samaniego, lo ideal en un hogar es ahorrar un 20% del salario mensual neto, obviamente dependiendo del ingreso. Por ejemplo, si en una familia solo trabaja una persona y gana un poco más del básico es casi imposible que guarde dinero.
Otro principio que señala José Samaniego es el endeudamiento que se lo debe realizar, de preferencia, para hacer frente a gastos no previstos como un choque, un viaje de emergencia o para una inversión, una vivienda o activos que impliquen que el patrimonio familiar crezca.
Samaniego enfatiza en que no hay que tenerle miedo a endeudarse, siempre y cuando su capacidad de pago se lo permita. Según el estándar internacional la capacidad de endeudamiento de una persona es hasta el 30% de su ingreso mensual neto, si sobrepasa este porcentaje corre el riesgo de sobreendeudarse, señala el experto.
Un tercer principio que se resalta es saber priorizar el gasto. “Consumimos cosas que no necesitamos, cosas que en realidad no son indispensables pero pensamos que sí lo son”. Lo recomendable es controlar el gasto; no está mal ‘darse un gusto’ siempre y cuando no se exceda el presupuesto establecido.
Samaniego agrega que para muchas familias puede parecer misión imposible destinar al menos el 20% de sus ingresos al ahorro pero no es una tarea difícil si se hace de esta actividad un hábito.
“La planificación y el ahorro permiten a los hogares tener una economía saludable que siempre busca crecer”, finaliza.
5 tips para que la economía del hogar no se afecte en vacaciones e inicio de clases
1. El ahorro es clave si quiere salir de vacaciones con su familia. Destine un 20% de ingresos extras para guardar como el decimotercer sueldo de diciembre o las utilidades que recibe en su empresa.
2. Involucre a toda su familia en el ahorro. Samaniego recomienda que cada miembro de la familia tenga un cepo y ahí se guarde monedas que muchas veces se las tiene regadas por todos lados. Aquí aplica el dicho ‘de centavito en centavito se hace un dolarito’.
3. El ingreso a clases de los chicos también implica un fuerte gasto por lo que el experto recomienda revisar los implementos que se pueden reutilizar en el nuevo año lectivo como uniformes, mochilas, loncheras…
4. Al momento de comprar la lista de útiles lo ideal es que visite varios lugares y compare precios, de esta manera optimizará su dinero.
5. Pida la factura de sus compras escolares y guárdela. Recuerde que gastos como matrícula, pensión, textos y útiles escolares son deducibles del pago del impuesto a la renta.