Luis Fernando Torres, asambleísta del Partido Social Cristiano. Foto: Archivo EL COMERCIO
¿Es función de la Asamblea Nacional aprobar una resolución como la que obliga a los opositores a dar discursos verificados, contrastados?
Desde el 24 de mayo, la Asamblea ha dejado de legislar, no ha discutido ni ha aprobado ningún proyecto importante. Entonces, tenemos una paradoja: mientras la Asamblea ha bajado su perfil legislativo, ha aumentado su perfil político.
¿Cómo se da ese cambio?
Anteriormente, teníamos un perfil legislativo alto con una cantera de leyes enviadas por el Ejecutivo. Pero el perfil político era bastante bajo.
¿A qué se debe?
La Asamblea ha recuperado el posicionamiento de los órganos parlamentarios. Antes del 2013, al Legislativo se le castró sus potencialidades políticas y se convirtió en un reverente del poder. Ahora ha cambiado, no porque la oposición tenga un peso cuantitativo mayor, sino por la atención del ciudadano se dirige a la Asamblea como un espacio importante del debate nacional. Tan cierto es eso que los legisladores de la oposición han recibido mayor atención de los ciudadanos.
¿Y esa es la razón de estas resoluciones (condena a la violencia y contra los discursos de los opositores)?
Las dos resoluciones prácticamente estuvieron orientadas a tratar de contener este crecimiento de la oposición parlamentaria ante los ojos de la ciudadanía.
Pero en el Legislativo finalmente cuentan los votos.
Lo importante es que en los últimos dos meses la Asamblea no ha tenido un tema importante que permita apreciar la trascendencia de los votos. Se ha convertido en un espacio para el debate. Pero junto a ello, en la sociedad también se dan los debates que antes no se daban. Por lo tanto, el crecimiento en su perfil deliberativo, va acompañado con el resurgimiento del debate ciudadano.
Sin embargo, se aprueba lo que la mayoría quiere, como ocurrió el jueves…
Es una resolución que no tiene pies ni cabeza porque quiere que los parlamentarios nos comportemos como los periodistas. Quieren aplicarnos los filtros de la Ley de Comunicación. Fue un mensaje claro de que en la Asamblea, de ahora en adelanta, a la oposición le van a mutilar la palabra porque se han dado cuenta de que de cuatro o cinco intervenciones de los opositores equivalen a 20 del bloque oficialista.
Para muchos se trató de una reacción luego del discurso de Cynthia Viteri …
Quisieron descalificar a la asambleísta Viteri y fundamentalmente al Partido Social Cristiano y sus aliados. Para el Régimen, el PSC se ha convertido en la verdadera alternativa política.
Cynthia Viteri además dijo que había que rodear a la Asamblea cuando ocurra el segundo debate a las enmiendas. Eso puede asustar a algunos…
El proceso político es tan dinámico en el país que hasta antes de dos meses nadie imaginaba que iba a ocurrir una gran movilización antes de la visita del Papa. Y luego de su partida, los ánimos de los ciudadanos siguen despiertos y hasta se organiza una huelga nacional. Lo que Viteri dijo es que diciembre será en lo político un mes sumamente delicado porque se debe aprobar las enmiendas constitucionales, y al calor de la movilización de agosto, indudablemente en diciembre la Asamblea estará en el ojo del huracán. Y como no quieren consulta popular ni retirarlas, que sería lo lógico, los ciudadanos estarán en los alrededores de la Asamblea.
¿Y con ellos, un escenario económico complicado?
Así como el proceso político es dinámico, la economía estará en una situación distinta a la de ahora. Van a aprobar las enmiendas en una economía deteriorada, donde las ventas han caído, las compras han bajado, se sentirán los efectos de la recesión y para diciembre los ánimos ciudadanos y de varias organizaciones sociales estarán mucho más agitados.
¿Por qué cree que los dardos apuntan contra el Partido Social Cristiano?
El Gobierno necesita un contradictor y un enemigo y ese es el socialcristianismo con sus aliados. Pero hay algo más: la principal figura que marca la alternativa democrática en el país es Jaime Nebot. En la marcha del 25 de junio, que convocó a más de 350 000 personas, Nebot levantó la bandera de Guayaquil y de Ecuador. Eso explica porqué el PSC se va convirtiendo en uno de los objetivos del Régimen, que no ha calculado que con este ataque nos reposiciona como aquellos que levantamos la bandera del cambio político.
Quién es
Asambleísta por Tungurahua por la alianza Tiempo de Cambio Ecuador y el Partido Social Cristiano. Fue alcalde de Ambato entre 1992 y el 2000.