Las balas “sonaban como canguil reventándose”, relató una mujer que había atinado a refugiarse detrás de su quiosco. Ella quedó en medio de la balacera que ocurrió ayer, cerca de las 10:30, en las esquinas de las calles Juan Paz y Miño y Eduardo Solórzano, a tres cuadras del aeropuerto Mariscal Sucre, en el norte de Quito.
Al menos 24 casquillos y rastros de balas quedaron desperdigados en el sitio del tiroteo, el segundo en cuatro días, que también dejó un sospechoso muerto.
La tarde del sábado último, durante una balacera entre guardias de seguridad y 12 personas que intentaron asaltar un blindado, en el sur, murió una persona.
Ayer, un hombre que, según testigos participó en el asalto, quedó tendido en la vereda: falleció. Asimismo, un policía resultó herido por dos impactos de bala y tuvo que ser trasladado de urgencia a una casa de salud.
Dos uniformados, todavía nerviosos y con sus vestimentas algo empolvadas, narraban que dos motocicletas en que se movilizaban fueron embestidas por un vehículo Trooper Isuzu negro. Ellos, junto con su compañero que fuera herido, custodiaban a dos personas que habían pedido protección para hacer un depósito bancario de USD 12 000.
Testigos y dos policías coincidieron en que cuatro hombres bajaron del Isuzu negro y empezaron a golpear a los agentes que habían caído de las motos y a disparar cuando estos aún estaban en la calzada.
Otros seis desconocidos se aproximaron al auto de la pareja que llevaba el dinero y, en un inusitado caso de sacapintas, la asaltaron. Los armados huyeron en otro vehículo. Antes de fallecer, el sospechoso caminó herido unos 20 metros y se desplomó en la vereda, según testigos. Media hora después, agentes de Criminalística recogían evidencias a su alrededor.
El coronel Edmundo Moncayo, comandante de Policía del Distrito Metropolitano, anunció que, hasta el cierre de esta edición, la Policía había detenido a cinco sospechosos, con dos pistolas Glock y una ametralladora. Y que se recuperó parte del dinero. Esta madrugada fue arrestada una mujer. Los seis capturados fueron llevados a la Policía Judicial.
“Aún no sabemos la cantidad exacta, ya que estamos verificando los números de serie de los billetes para poder rastrear el resto”. El operativo de persecución continuaba durante la noche.
El enfrentamiento a fuego cruzado entre policías y delincuentes causó alarma y dejó zozobra entre quienes se encontraban en el sector de La Concepción. En la calle Juan Paz y Miño, secundaria, al costado occidental de la transitada avenida De la Prensa, hay tiendas, almacenes, gabinetes de belleza, locales de cabinas telefónicas, restaurantes y viviendas.
Una comerciante, de unos 60 años, dijo que estuvo en el interior de su local y que al oír los disparos solo atinó a llamar a gritos a sus familiares.
Cuando la situación se calmó, corrió a dar una jarra con agua a los policías que habían participado en la balacera.
En los diferentes locales, muchas personas, entre estas extranjeros, comentaban lo ocurrido. Pero “yo no vi nada”, “no estuve”, “acabo de llegar”, eran las frases recurrentes con que esquivaron una respuesta a las interrogantes de los agentes de la Policía.
De otro lado, cerca de las 13:00, en Quitumbe, al sur, fueron arrestados tres hombres que intentaron robar a una mujer que minutos antes había depositado USD 8 000 en un banco. El jefe de la Unidad de Vigilancia Quitumbe, Manuel Pérez, señaló que el robo no se concretó pues la cartera que le arrebataron estaba vacía. Los tres fueron llevados al Juzgado de Contravenciones. Horas antes, también en Quitumbe, fueron detenidos dos hombres. Según la Policía, estaban en actitud sospechosa y uno portaba un arma.
Punto de vista
Gustavo Lalama / Experto en seguridad
‘Trabajar en Inteligencia’
Para realizar una operación de esa naturaleza hay grupos organizados que disponen de información respecto del traslado de capitales. Es fundamental, en este tipo de acciones, trabajar en Inteligencia Policial para detectar actividades delincuenciales que estén orientándose hacia este tipo de delitos. También hay que hacer contrainteligencia.
Entendiéndose a eso como todas las acciones que niegan a la delincuencia información sobre actividades que pueden ser aprovechadas por ellos para los delitos. Horarios, movimiento de capitales, rutas y personal para hacer el traslado son cosas fundamentales.
Al igual que es importante la función de las empresas de seguridad, las entidades financieras y la Policía. Es clave que se revisen los procedimientos y procesos que se están llevando a cabo con el fin de tomar las medidas que garanticen que esto no se vuelva a ocurrir.