Poco más de 30 minutos duró el aguacero que frenó las actividades de espera de las decenas de fieles apostados en las afueras de la Catedral, en la Plaza Grande de Quito.
Los asistentes rezaban el Santo Rosario, cuando una fuerte lluvia los obligó a detener el acto religioso. Las plegarias, acompañadas del Coro Polifónico, debieron detenerse pues el clima impidió su correcta realización.
El Palacio de Carondelet luce los colores del Vaticano por la visita del Papa Francisco al presidente Rafael Correa. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO
Durante la lluvia, los voceros de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana motivaron a los fieles a través de discursos que tuvieron como eje el poder de la fe y la necesidad del sacrificio en los tiempos actuales.
A eso de las 17:45 la lluvia cesó. Con ello, “Francisco, Francisco, bendice al Ecuador” volvió a entonarse entre los creyentes. Al mismo tiempo, el anuncio del arribo del Santo Padre a Quito, tras su paso por Guayaquil, motivó nuevamente a los fieles.
Luego del encuentro planificado con Rafael Correa en el Palacio de Carondelet, a las 18:30, el Pontífice se trasladará hacia la Catedral. Allí dirigirá unas plegarias junto a los católicos que lo esperan desde las 15:00.