Después de la misa campal celebrada en el parque Samanes, el papa Francisco llegó hasta las instalaciones del colegio Javier. Foto: Gabriel Proaño/ EL COMERCIO
Luego de la misa celebrada en el parque Samanes, el papa Francisco se trasladó al colegio Javier, en la avenida del Bombero, noroeste de Guayaquil, lugar al que arribó hace varios minutos.
Al finalizar la eucaristía, en cuyo último mensaje pidió a los asistentes de favor “no se olviden de rezar por mí… hasta la vuelta”, el Pontífice subió a un vehículo para cumplir con su última actividad oficial en el Puerto Principal.
En el Javier fue recibido por una estudiante que le entregó un ramo de flores y lo abrazó. También otros dos alumnos le dieron presentes.
En estos momentos el Papa mantiene una breve reunión privada con el sacerdote español Francisco Cortés, a quien conoció en dicho plantel cuando Jorge Mario Bergoglio entonces era rector del colegio San José de Argentina y buscaba lugares para que los seminaristas de su país brinden servicio comunitario como parte de su preparación.
El padre Paquito como conoce la Comunidad Jesuíta a Cortez, y el hoy Papa se acaban de reencontrar luego de 30 años. Incluso, trascendió que Francisco se confesará ante su viejo amigo quien, en cambio, pedirá su bendición como regalo de su cumpleaños 91, que celebrará este viernes.
Luego Su Santidad compartirá un almuerzo con Paquito, con miembros de la Comunidad Jesuíta y el séquito papal, previo a tomar un descanso en una habitación especialmente acondicionada para él.
A las 16:35 está previsto que Francisco abordo del Papamóvil abandone el plantel rumbo al aeropuerto, trayecto de 13 km en el que los guayaquileños podrán verlo y saludarlo.