Con la implementación del Quitocables se busca expandir el comercio en los lugares donde funcione el sistema. Foto: Mayra Pacheco/EL COMERCIO
Entre 120 00 y 150 000 personas se transportarán en el sistema de transporte aéreo de Quito. Desde enero pasado se conoce que las rutas que ejecutará el sistema Quitocables conectarán a Pisulí con La Ofelia; Toctiuco con la parada El Tejar; Mena Dos-La Argelia- Mercado Mayorista -que se proyectará a Los Chillos y a Criollos-; y la última ruta unirá a Tumbaco y Cumbayá con La Carolina, según indicó Dario Tapia, secretario de movilidad.
Este sistema de transporte es usado en varias ciudades de América Latina como Medellín, Caracas, Manizales, La Paz y Río de Janeiro. Funciona mediante cabinas suspendidas en una serie de cables que movilizan una cantidad determinada de pasajeros en cada cubículo.
El Secretario de Movilidad informó que, a diferencia de otras formas de transporte, la integración de cables aéreos al transporte masivo reduce la contaminación y el ruido, se adapta a la topografía del lugar donde se implementa y tiene un nivel de menor de accidentabilidad. Además, destacó que el Quitocables es un sistema completamente sustentable, por lo que puede llegar a tener una vida útil de hasta unos 30 años.
Metrocables de Medellín
El sistema nació con el fin de brindar apoyo al sistema de transporte urbano masivo de pasajeros. Inicialmente, la primera línea, de 2 kilómetros de longitud, tuvo un costo de USD 24 millones y movilizó a unos 3 000 usuarios, por sentido, en una hora, según información del blog ‘Ciudades emergentes y sostenibles’, del Banco Interamericano de Desarrollo.
Actualmente, el sistema cuenta con dos líneas más de servicio comercial, las cuales suman una extensión total de 9,37 kilómetros. Su construcción inició en abril del 2003 y fue puesto en servicio en agosto 2004. De acuerdo con la empresa Sika, quien proveyó de los materiales para realizar el reforzamiento de las estaciones del metrocable en esta ciudad, unas 150 000 personas son beneficiadas con este servicio.
El metrocable de Medellín inició su construcción en abril del 2003 y fue puesto en servicio en agosto 2004. Foto: Federico Ríos/ EFE.
Metrocables de Caracas
Según información publicada por Nathalie Naranjo B, del Instituto de Urbanismo FAU-UCV de Venezuela, el metrocable de la ciudad tiene 1, 8 kilómetros de longitud. Su construcción inició en 2007 y finalizó el 20 de enero de 2010. Este transporta a 1 200 pasajeros por hora. Es decir, a 15 000 usuarios por día.
De acuerdo al sitio web del Gobierno del Distrito Capital de Venezuela, la implementación del Metrocable beneficia a 40 000 personas.
Cable aéreo de Manizales
De igual manera, en Manizales se recurrió al metrocable como alternativa de transporte. Este inició su construcción el 7 de Marzo de 2008 y finalizó el 30 de Octubre de 2009. Transporta 1400 pasajeros por hora, según el sitio web cableaereomanizales.com. Este sistema cuenta actualmente con tres líneas.
Metrocable en La Paz y Río de Janeiro
Otro ejemplo es el metrocable de La Paz, el cual une la ciudad con el sector de El Alto, una amplia zona ubicada en la cima de una meseta.
Río de Janeiro es otra de las ciudades donde se puede encontrar este sistema. Una publicación realizada en el sitio web analítica.com, indica que el metrocable de esta ciudad tiene capacidad de 30 000 pasajeros al día y beneficia a 60 000 personas que residen en la población del Alemao.
El sistema tiene 3.5 kilómetros de longitud y tiene una inversión de USD 135 millones.
Quitocables
En Quito, la construcción de las dos primeras líneas -línea roja (primera fase), que unirá la Argelia con Solanda y la línea azul (1) que une a Pisulí con La Ofelia- costarán alrededor de los USD 80 millones. En los estudios previos se invirtió USD 400 000, señaló Tapia.
Las estaciones de los Quitocables estarán conectadas a un sistema de transporte terrestre. En este caso el metropolitano. Así, por ejemplo, en el sur, la ruta La Argelia-Solanda estará junto a una parada del Metro. En La Ofelia, la integración se hará en la estación del Corredor Central Norte.
Para evitar la aglomeración de personas en las estaciones del sistema metropolitano de transporte, se comprarán 80 buses biarticulados. Según dijo Tapia, las nuevas unidades se incorporarán a finales del 2015. Estos buses tienen capacidad para llevar 250 personas libremente, evitando ser estropeados.
En el caso de Cumbayá, Daniela Jurado, moradora de la zona, dijo que le ayudaría mucho la creación de un servicio de transporte que le permita movilizarse grandes distancias en un tiempo menor. Sin embargo, ella considera que la idea de construir una ruta de Quitocables en Cumbayá no es muy viable, pues los costos del pasaje serían altos y si la estación se encuentra muy lejos de su casa, preferiría continuar tomando bus. Además, desconoce cómo y dónde se instalarán las torres del sistema.
En cuanto al tema de las tarifas, Tapia manifestó que se están analizando los costos del pasaje. “Puede ser una relación intermodal operativa o también unificación de pasaje, pero esos estamos estudiando”. Del mismo modo, el Secretario señaló que se implementarán buses alimentadores que llevarán a los ciudadanos a los sectores aledaños de las estaciones de este sistema.
Sobre la vialidad, Tapia indicó que los Quitocables cuentan ya con un estudio de prefactibilidad sobre la implementación de las líneas. Este estudio abarca temas como el contexto, zonas a las que se va a servir, relación de este sistema con el transporte intermodal, entre otros. Asimismo, Tapia indicó que el sistema también cuenta con un estudio realizado por la Universidad Católica del Ecuador en el tema de geotecnia, topografía, oferta, demanda, entre otros.
Urbanismo social
El metrocable o teleférico, además de ser una alternativa al transporte, permite rehabilitar zonas marginales. Así lo señala un estudio realizado en Colombia, por la Universidad Nacional.
Este estudio señala que este tipo de inversiones públicas están pensadas para disminuir el índice de violencia en los barrios lejanos, pues, aunque no tienen una gran capacidad, mejoran las condiciones de vida de sus habitantes y les facilita la comunicación con la ciudad.
Dario Tapia indicó que el Quitocables constituye una forma de transporte más amigable con el medio ambiente. Con esto se busca expandir el comercio en los lugares donde funcione el sistema. “Queremos que los beneficiarios de este comercio sean los moradores del sector”, añadió Tapia.